Por: Sandy Cuevas
SANTO DOMINGO. – A pocos días del inicio de la temporada ciclónica, crece la preocupación entre quienes viven en zonas vulnerables del Gran Santo Domingo, donde cada aguacero se convierte en una amenaza. Las frecuentes lluvias provocan caos vial, viviendas anegadas y dejan al descubierto las debilidades del sistema de drenaje urbano.
La temporada ciclónica aún no ha comenzado y ya el miedo se apodera de quienes viven en barrios vulnerables como el Tamarindo, en Santo Domingo Este, donde dicen que las lluvias recientes han demostrado que basta con una hora de aguacero para dejarlos inundados.
Aseguran que las autoridades solo les prometen reubicarlos en tiempos de lluvias, pero se olvidan. Mientras tanto, siguen rodeados de aguas negras, a la expectativa de que el río aumente su caudal y tape sus casas por completo.
La situación se agrava en otros barrios del Distrito Nacional y Santo Domingo Oeste, donde las lluvias intermitentes de los últimos días bastaron para inundar casas y dañar ajuares. Los comunitarios temen lo que pueda suceder cuando llegue un fenómeno más severo.
Los residentes piden una limpieza urgente de cañadas, reparación de drenajes y soluciones reales de vivienda.
El COE advierte sobre posibles deslizamientos de tierra e inundaciones debido a la saturación del suelo.
El temor se expande, ya que los pronósticos indican que esta temporada ciclónica será especialmente activa y podría traer múltiples eventos.
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