Los avances que ha logrado la mujer dominicana han sido fruto de su tenacidad y esfuerzo constante, venciendo dificultades y limitaciones en una sociedad donde aún falta mucho para alcanzar la igualdad de género.
Pese a las proclamas coyunturales y a discursos episódicos diseñados con efectos mediáticos, lo cierto es que aún persisten rudimentos de atrasos culturales e injusticias fomentadas por el machismo.
Los casos frecuentes de mujeres maltratadas, golpeadas y asesinadas por sus parejas, se han convertido en uno de los dramas más penosos y angustiantes, pues tronchan vidas útiles y dejan en la orfandad a niños indefensos.
El sistema policial y de justicia todavía es ineficaz en la parte preventiva, pues se suceden una y otra vez situaciones en que, al ser ignorada una denuncia de una mujer amenazada, el episodio termina luego en tragedia, como la crónica de una muerte anunciada.
Es necesario, pues, redoblar los esfuerzos desde diferentes ámbitos institucionales para que la mujer pueda disfrutar de una efectiva equidad de género, sin temores, inseguridad, exclusión o discriminación.
El reconocimiento a las fémicas por sus indiscutibles aportes al desarrollo nacional no pueden mostrarse solo en fechas importantes como la consagrada al día internacional de la mujer.
La mujer dominicana se ha caracterizado siempre, desde las jornadas más meritorias de la historia y el patriotismo nacional, por su valentía y fiel identificación con los valores de nuestra nacionalidad. Basta citar a María Trinidad y a otras tantas destacadas patriotas.
En la historia contemporánea, por su capacidad, estudio y educación, muchas mujeres han descollado en el desempeño de posiciones públicas y privadas de relieve que antes eran generalmente reservadas a los hombres.
Pero en la política, por ejemplo, y también en el aspecto social, todavía falta mucho para que la mujer pueda disfrutar, como corresponde y tiene derecho, a un tratamiento igualitario y justo frente a los hombres.
El presidente Danilo Medina y otros representantes de la dirigencia nacional han reconocido que persiste esta limitación y vencerla debe ser un compromiso de todos y no solo tratándola en debates interminables, sino con planes y medidas concretas.