Kansas City (EE.UU.). – La Copa América puede respirar aliviada con las proyecciones para el huracán Beryl, que no parece que vaya a acercarse a Estados Unidos, pero las temperaturas extremas seguirán siendo la tónica dominante en los próximos partidos entrando a la fase de eliminatorias.
Beryl, de categoría 3, avanza ahora mismo por el sur de las Antillas en dirección oeste hacia México, donde se espera que toque tierra en la península de Yucatán.
Solo un cambio repentino en las condiciones meteorológicas haría que Beryl desviase su ruta hacia el norte del golfo de México, en ese caso pudiendo afectar tanto a Florida como al área de Houston, en Texas, sedes del torneo.
Pese a que Beryl no parece una amenaza, sí que seguirán siendo protagonistas las altas temperaturas que han dominado la Copa América hasta ahora y que han dejado más de una anécdota, como el desmayo de un árbitro asistente durante un Perú-Canadá en Kansas City a 40 grados.
En Austin (Texas), que mañana acoge el Costa Rica-Paraguay en un estadio sin techo, se espera una temperatura máxima de 39 grados, mientras que en Santa Clara (California), donde jugarán Brasil y Colombia también sin techo, la temperatura puede alcanzar los 37 grados.
Más extremas serán las temperaturas para los cruces de cuartos de final aún por definir que se jugarán el próximo sábado en Las Vegas (Nevada) y en Phoenix (Arizona), donde se espera que los termómetros marquen 47 y 46 grados, respectivamente. Además, los partidos están programados en hora de máximo calor.
Sin embargo, los dos estadios, el Allegiant y el State Farm, están techados y climatizados, por lo que ni jugadores ni aficionados deberían sufrir por golpes de calor una vez ingresen al recinto.
En los otros dos cruces, el Argentina-Ecuador del jueves en Houston y el Venezuela-Canadá del viernes en Dallas, las temperaturas serán altas, pero sin llegar a ser extremas.