Besar no es delito": El Orgullo argentino se vuelca contra el Poder Judicial

El Día Internacional del Orgullo LGTBI transcurre en Argentina cargado de reclamos y marchas, aunque en esta edición las banderas multicolor se encontraron en la puerta de un juzgado que este viernes condenó a Mariana Gómez por "resistencia" a un agente que la increpó por besar a su esposa.

Buenos Aires.- El Día Internacional del Orgullo LGTBI transcurre en Argentina cargado de reclamos y marchas, aunque en esta edición las banderas multicolor se encontraron en la puerta de un juzgado que este viernes condenó a Mariana Gómez por «resistencia» a un agente que la increpó por besar a su esposa.

Cargados de pancartas con proclamas como «besar no es delito», un centenar de personas acompañaron a Gómez y su esposa, Rocío Girat, para escuchar un veredicto que causó gran indignación a los presentes: un año de prisión en suspenso a Gómez por «resistencia a la autoridad y lesiones leves».

El 2 de octubre de 2017 Mariana y Rocío se encontraban en la estación de Constitución, en el centro de Buenos Aires, fumando y besándose cuando un agente se acercó «violento» a increparlas por fumar en un zona no habilitada, ante lo que Mariana protestó, enfrentándose al agente.

El policía en cuestión, de quien las dos mujeres aseguran que las trató con violencia por visibilizar que son lesbianas, presentó cargos contra Gómez por resistencia a la autoridad y lesiones, una versión que hoy la Justicia ratificó a través de una sentencia que la acusada y su pareja califican de «patriarcal».

«Toda la Justicia se mueve igual, el Estado lo único que hace es estar presente para instalar la cultura patriarcal y heterosexual, en ningún momento aplica la perspectiva de género en ninguno de sus funcionarios públicos, ni jueza ni fiscales», declaró a Efe Mariana Gómez.

La acusada aseguró estar «anonadada» por una decisión muy «injusta» ante la que apelarán cuando se abra el plazo para hacerlo.

A su lado estuvo en todo momento, además de la numerosa masa social que hoy llevó el Orgullo a las puertas de un juzgado, su esposa, quien afirmó que la jueza Marta Yugano dictó sentencia sobre un beso.

«Somos dos mujeres que somos lesbianas y que aquel día nos estábamos besando y hoy en día lo que se está juzgando es un beso», destacó a Efe sobre una sentencia que «es un adoctrinamiento para que tengamos miedo de elegir andar de la mano con una persona de nuestro mismo género, darnos un beso con quien elegimos».

Además subrayó que este hecho no las va a frenar en su lucha para que no «se siente un precedente» contra una comunidad que hoy quiso mostrar toda su fuerza.

«Obviamente vamos a seguir esta lucha porque no vamos a dejar que se siente un precedente para toda la comunidad. Nosotras ese día no estábamos haciendo nada más que ser visiblemente lesbianas», añadió.

Entre los colectivos que desde la mañana se posicionaron frente a un juzgado fuertemente protegido por efectivos policiales estuvo el Movimiento Socialista de los Trabajadores (MST), que se hizo visible a través de la inquebrantable voz de una de sus militantes y referente nacional por la defensa de los derechos humanos, Vilma Ripoll.

«Se merece (la jueza Yugano) el repudio masivo sistemático permanente en la calle para que toda la Justicia aprenda que no lo va a poder repetir», subrayó a Efe Ripoll, visiblemente afectada. EFE