Washington.- En plena escalada de división política por el regreso de Donald Trump a las primeras planas, la Casa Blanca anunció este viernes un congreso que se celebrará en septiembre para «contrarrestar los efectos corrosivos de la violencia alimentada por el odio» en la democracia y en la seguridad pública del país.
En un comunicado, la portavoz Karine Jean-Pierre presentó la cumbre «United We Stand», que tendrá lugar el próximo 15 de septiembre, con Biden como anfitrión, y con el objetivo principal de «abordar el odio y la división» que vive el país.
El anuncio se produce en plena escalada de división política tras el registro del FBI de la casa del expresidente Trump en Mar-a-Lago, en busca de documentos clasificados sobre armamento nuclear que el exmandatario presuntamente sacó de la Casa Blanca.
El suceso tuvo lugar el pasado 8 de agosto y desde entonces Trump se ha dedicado a criticar a la entidad y a las instituciones, presentándose como víctima de una persecución política en su contra.
Unas críticas que, según ha denunciado el propio Buró Federal de Investigación (FBI), podrían haber tenido efecto en un aumento de las amenazas contra los agentes de la ley.
La propia presidenta de la Cámara de Representantes de EE.UU., Nancy Pelosi, acusó hace una semana a Trump de «instigar los ataques contra las fuerzas del orden», como lo hizo en el ataque al Capitolio del 6 de enero de 2021.
El congreso «United We Stand» reunirá a «héroes de todo Estados Unidos» que están liderando «un trabajo histórico en sus comunidades para construir puentes y abordar el odio y la división».
La cumbre incluirá, entre otros participantes, a un grupo bipartidista de funcionarios federales, estatales y locales, defensores de los derechos civiles, líderes religiosos y comunitarios, líderes tecnológicos y empresariales, funcionarios encargados de hacer cumplir la ley y ex miembros de grupos violentos que ahora trabajan para prevenir la violencia.
Desde que asumió el cargo, apunta el comunicado, la administración de Biden se ha dedicado a «tomar medidas consistentemente para contrarrestar la violencia motivada por el odio», con la promulgación de leyes como la bipartidista Ley de Crímenes de Odio Covid-19, la Estrategia Nacional para Contrarrestar el Terrorismo Doméstico y la Ley Bipartidista de Comunidades más Seguras.
Pese a esto, recuerda, se han producido desde entonces «una serie inquietante de ataques alimentados por el odio», desde Oak Creek hasta Pittsburgh, desde El Paso hasta Poway, desde Atlanta hasta Buffalo.
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