Washington.- El Gobierno de Joe Biden anunció este lunes que pondrá en marcha una serie de acciones para modernizar los sistemas de generación de electricidad y calefacción en los edificios públicos y residenciales para reducir las emisiones de carbono.
La Casa Blanca informó que dará a conocer «nuevos estándares» que establezcan las «métricas, objetivos y métodos de seguimiento» para el funcionamiento de los edificios federales, a fin de alcanzar las metas de emisión de carbono.
La directora en funciones de la Administración de Servicios Generales -que tiene a cargo el funcionamiento de las agencias federales-, Katy Kale, señaló en un evento organizado para discutir la iniciativa «Mejores Edificios» que las construcciones residenciales y comerciales emplean «alrededor del 40 % de la energía» que se consume en Estados Unidos y representan un 35 % de las emisiones de carbono.
«Tenemos ante nosotros una gran oportunidad de acelerar la transformación del sector de la construcción para hacer frente a la creciente urgencia de la crisis climática», afirmó la funcionaria.
Como parte de las acciones, se establecerán nuevos estándares del programa Energy Star, que lidera la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos con el objetivo de incentivar el uso de productos con un consumo eficiente de electricidad.
Las nuevas medidas estarán destinadas a regular el uso de las bombas de calor para refrigeración o calefacción y los vehículos eléctricos.
De cumplirse esa disposiciones, el ahorro en costes energéticos ascendería a 11.000 millones de dólares al año y se reducirían en 255.000 millones de libras las emisiones anuales de carbono, agregó la Casa Blanca.
El Gobierno indicó que se invertirán 30 millones de dólares en capacitar mano de obra y 10 millones de dólares en investigación y adopción de tecnologías de bombas de calor.
Asimismo, se implementará un esfuerzo que involucre al sector privado, los sindicatos, propietarios de viviendas y edificios y constructores para «electrificar y modernizar» las edificaciones nuevas y existentes.
También se apoyará a autoridades locales en el desarrollo de herramientas y recursos para mejorar la eficiencia energética en sus instalaciones.
En abril pasado, el Gobierno de Biden presentó una propuesta inicial de presupuesto que da prioridad al gasto social, con notables inversiones en la lucha contra la crisis climática y la salud y educación públicas.
Biden propuso gastar 2.000 millones para crear empleos en proyectos de energía limpia, 1.700 millones en mejorar la eficiencia energética de los edificios y 1.400 millones más para ayudar a comunidades históricamente perjudicadas por la contaminación.
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