REDACCIÓN.– La diplomacia puede abrir cauces por distintas vías. Lo ha dejado claro el secretario de Estados Unidos, Antony Blinken. Guitarra en mano, se ha subido a un escenario para cantar y lanzar una iniciativa para reivindicar la música como herramienta diplomática para promover la paz y la democracia.
El jefe de la diplomacia norteamericana ha sorprendido con sus dotes musicales, interpretando una versión de Hoochie Coochie Man de la leyenda del blues Muddy Waters.
Lo ha hecho en la sala de recepciones del Departamento de Estado, donde ha bromeado diciendo que, con su intervención, los otros artistas iban a quedar por los suelos. Antes, habían pasado por el escenario el ícono del jazz Herbie Hancock; Dave Grohl de Nirvana y Foo Fighters, y la prometedora cantante de pop Gayle, según ha informado AFP.
La «Iniciativa de Diplomacia Musical Global» tiene como objetivo apoyar los objetivos más amplios de política exterior de Estados Unidos, según una información publicada por el Departamento de Estado.
Busca «aprovechar las asociaciones público-privadas para crear un ecosistema musical que amplíe la equidad económica y la economía creativa, garantice la inclusión y las oportunidades sociales y aumente el acceso a la educación».
Para ello, se basará «en los programas musicales actuales de diplomacia pública para crear asociaciones público-privadas con empresas y organizaciones sin fines de lucro estadounidenses para utilizar la música para afrontar el momento, transmitir el liderazgo estadounidense a nivel mundial y crear conexiones con personas de todo el mundo».
