SAO PAULO.- El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, llegó este miércoles a Sao Paulo procedente de Brasilia para evaluar si debe ser sometido a una cirugía «de emergencia» por una «obstrucción intestinal», informaron fuentes oficiales.
Bolsonaro fue ingresado en la madrugada en el Hospital de las Fuerzas Armadas de Brasilia con dolores abdominales y después de haber sufrido reiteradas crisis de hipo durante los últimos días.
La Presidencia informó inicialmente que Bolsonaro, de 66 años, sería sometido a exámenes en Brasilia y permanecería en «en observación entre 24 y 48 horas, no necesariamente dentro del hospital».
Sin embargo, luego fue constatada la obstrucción intestinal y la posibilidad de una nueva operación, que según el ministro de Comunicaciones, Fabio Faria, sería consecuencia del atentado que sufrió en 2018, en medio de la campaña electoral que lo llevó al poder, cuando fue acuchillado en el abdomen por una persona.
Antes de llegar a Sao Paulo, el mandatario manifestó en su perfil oficial de Twitter que afronta «un desafío más» como consecuencia de ese ataque, que tildó de «atentado cruel» y que volvió a utilizar para atacar a sectores de la izquierda.
El gobernante, que acompañó su mensaje con una fotografía en la que aparece en una cama de hospital, sin camisa y con electrodos, aseguró que «Dios» le dio entonces una «nueva oportunidad» para «finalmente poner a Brasil en el camino de la prosperidad».
«E incluso con todas las adversidades, incluida una pandemia que se llevó a muchos de nuestros hermanos en Brasil y en el mundo, seguimos por ese camino», añadió.
«Agradezco a todos por el apoyo y por las oraciones», completó el jefe de Estado, que vive su peor momento de popularidad desde que asumió el poder en enero de 2019, según los últimos sondeos de opinión.
Desde el jueves de la semana pasada, cuando realizó su habitual programa en vivo a través de las redes sociales, Bolsonaro evidenció el hipo que lo aquejaba y en sus posteriores intervenciones públicas continuó con los síntomas.
En septiembre del año pasado, el presidente brasileño pasó por una cirugía en Sao Paulo para extraerle un cálculo renal.
En los tres últimos años, ha sido sometido a cinco operaciones, cuatro de ellas como consecuencia del atentado que sufrió en 2018.
Bolsonaro fue acuchillado mientras era llevado a hombros por una multitud en un mitin electoral celebrado en la localidad de Juiz de Fora, en el estado de Minas Gerais.
El agresor fue detenido inmediatamente después del ataque, pero fue declarado inimputable, pues el juez consideró que no estaba en capacidad de responder por sus actos debido a sus problemas mentales.
En julio pasado, el líder ultraderechista, uno de los gobernantes más escépticos sobre la gravedad del nuevo coronavirus, dio positivo para covid-19 y estuvo veinte días aislado en el Palacio de la Alvorada, su residencia oficial en Brasilia, hasta superar la enfermedad.
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