Moscú.– El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, depositó este miércoles una corona de flores en la tumba del soldado desconocido en Moscú, cerca del muro del Kremlin, dedicado a los combatientes soviéticos caídos durante la Segunda Guerra Mundial.
En nombre del mandatario, la guardia del Kremlin puso la corona, con flores del color de la bandera brasileña, cerca de la llama eterna de la tumba del soldado desconocido.
El presidente brasileño, acompañado por una amplia comitiva, colocó las cintas de la corona y guardó un minuto de silencio, tras lo cual se interpretó el himno brasileño.
La tumba del soldado desconocido tiene su origen en 1966 cuando las cenizas de un soldado soviético desconocido fueron transferidas de la fosa común a la región de Moscú y se enterraron en una ceremonia solemne en los jardines de Alejandro.
Al año siguiente, se inauguró un memorial, cuyo elemento clave es la llama eterna.
La guardia de honor se instaló en 1997 y en 2009, el monumento recibió el estatus de Memorial Nacional de la Gloria Militar.
El mandatario brasileño llegó el martes a Moscú, donde fue recibido al pie de la escalerilla del avión por el viceministro de Asuntos Exteriores Serguéi Riabkov.
La ceremonia de bienvenida en el aeropuerto incluyó honores militares.
Bolsonaro se reunirá hoy con su homólogo ruso, Vladímir Putin, mientras que sus ministros de Exteriores y de Defensa, Carlos França y Braga Netto, respectivamente, se reúnen con sus contrapartes rusos, Serguéi Lavrov, y Serguéi Shoigú.
En vísperas de la llegada de Bolsonaro, el portavoz del Kremlin, Peskov, declaró que en Moscú esperaban «con impaciencia» la visita de Bolsonaro, en la se abordará el estado de una relación bilateral «intensa», pero también se «intercambiarán opiniones sobre los temas más candentes de la agenda mundial».
Antes de viajar, Bolsonaro subrayó que su visita a Moscú tiene objetivos puramente comerciales, que están centrados sobre todo en la creciente necesidad de Brasil de garantizar el abastecimiento de fertilizantes rusos para su agricultura.
Según la cancillería brasileña, ese asunto será tratado con Putin y también con un grupo de empresarios rusos con los que Bolsonaro y algunos miembros de su comitiva se reunirán también en Moscú.
Bolsonaro también será recibido por las autoridades de la Duma (cámara baja del Parlamento).
Entre ambos países existe una intensa relación comercial, con una balanza inclinada claramente en favor de Rusia, que en 2021 exportó a Brasil productos por un valor de 5.700 millones de dólares, que en el 60 % correspondió a operaciones con fertilizantes.
Las exportaciones de Brasil hacia Rusia, también el año pasado, sumaron 1.590 millones de dólares y estuvieron compuestas, sobre todo, por productos alimenticios.