Santo Domingo.- 24 horas después del siniestro que desplomó un edificio de aires acondicionados en la avenida 27 de febrero, todavía más de seis camiones cisternas tratan de apagar las llamas que continúan dentro de los escombros.
Aunque no sólo se percibe el humo desde afuera, los especialistas siguen lanzando agua en los lugares donde hay humo y se siente gran calor.
Mientras que en el punto comprendido entre la calle Privada y Caonabo, hay un gran taponamiento debido a la cantidad de personas que ralentizan sus vehículos para ver con asombro el edificio que cayó este martes.
En tanto los vecinos, que viven justo detrás de las instalaciones quemadas dicen que vivieron un gran susto y esta noche irán a dormir a otro lado ante el humo que afecta la respiración.
El fuego afectó las paredes de los edificios cercanos a AirMax, cuyo incendio comenzó alrededor de las 7 de la noche de este martes.