SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Los bonistas afectados por la quiebra de la Corporación Delta Intur desmintieron que se opongan a una solución de la litis conocida en los tribunales del país y afirmaron que no han recibido ni una sola oferta concreta y viable para compensar a cientos de familias que han sido privadas de sus ahorros de toda la vida.
Al responder una declaración de prensa de Delta Intur en el sentido de que los bonistas y sus abogados han impedido una salida al “impasse”, el comité que representa a las familias afectadas y su equipo de abogados sostienen que los responsables del manejo doloso de la corporación lo que han presentado hasta ahora son ofertas para hacer negocios dentro del problema, pretendiendo que acepten a cambio de sus inversiones inmuebles sobrevaluados.
agregaron que “las garantías de inmuebles de las que hacen mención y que según ellos “fueron tasados en mil 627 millones de pesos ” consisten en una propiedad totalmente baldía, ubicada a la altura del kilómetro 24 de la Autopista Duarte y otra en el kilómetro 14 de la carretera Mella, la cual tiene aproximadamente un 20% de desarrollo. Los bonistas ordenaron dos tasaciones independientes, que arrojan un valor para ambas propiedades inferior al 60% de los RD$ 700 millones de bonos en circulación”.
“Más grave aún es el hecho de que Delta Intur no ha pagado el precio de los terrenos del Estado que “de manera fraudulenta dejó en garantía para los bonos emitidos”, indicó el vocero del Comité de Bonistas, Erick Rafael Vásquez; y el coordinador del equipo legal, Luis Miguel Rivas.
Afirmaron que en ningún momento ni los bonistas ni sus abogados han “espantado a inversionistas”, como ha sostenido Delta Intur. “Si alguien ha incurrido en prácticas de espanto es la empresa que ofreció falsas garantías y desapareció más de 800 millones de pesos depositados a través de bonos y papeles comerciales”.
Recuerdaron además que desde junio del 2012, la Corporación ha dejado de pagar a los bonistas unos 7 millones de pesos de interés mensuales, que a la fecha representarían más de 100 millones pesos, más una cantidad muy importante pendiente de precisar que debieron pagar a los tenedores de papeles comerciales.
Destacaron que “los bonistas de Delta Intur son en su mayoría personas envejecientes que invirtieron sus ahorros productos del empeño y del trabajo de toda una vida de sacrificios. Creyeron ver la oportunidad de invertir como una forma de seguridad social que, a su vez, tendría retornos positivos; confiados en el sistema de valores del país regulado y fiscalizado por el estado dominicano.
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