Naciones Unidas.- El presidente de Chile, Gabriel Boric, instó este martes durante su intervención en la 79° Asamblea General de la ONU a «rebelarse contra el doble estándar en materia de derechos humanos» y llamó a cuestionar tanto «el terrorismo de Hamás» como «la conducta genocida de Israel».
«Me niego a elegir entre el terrorismo de Hamás o la masacre y conducta genocida del Israel de Natanyahu. No tenemos por qué elegir entre barbaries. Yo elijo la humanidad«, dijo el gobernante.
Boric, que es un reconocido defensor de la causa palestina y en la víspera se reunió con el presidente palestino Mahmoud Abbas, también pidió un alto al fuego en Gaza, la liberación inmediata de los israelíes secuestrados por Hamás y avanzar en la solución de dos los Estados.
En su tercer discurso ante las Asamblea General de Naciones Unidas, el mandatario cargó asimismo contra la «flagrante trasgresión del derecho internacional» que representa la invasión de Rusia a Ucrania y criticó tanto las sanciones de Estados Unidos a Venezuela como al Gobierno chavismo, el que calificó de «dictadura».
«Como presidente joven, latinoamericano y de izquierda, digo fuerte y claro que los derechos humanos se deben respetar siempre y en todo lugar y debemos exigir este respeto sin importar el color político del dictador o el presidente de turno que lo vulnere«, agregó.
Boric reconoció también su preocupación por la pérdida de la confianza de los ciudadanos en la democracia y «la emergencia de liderazgos autoritarios que persiguen o insultan a quienes discrepan».
Al igual que otros líderes mundiales, el gobernante chileno pidió reformar el sistema de Naciones Unidas porque, dijo, «el mundo de 2024 no es el de 1945» y «las instituciones que no logran adaptarse a su época corren el riesgo de derrumbarse».
«Propongo que nos pongamos un plazo para la reforma y para que cuando la ONU cumpla 80 años lo haga con un consejo de seguridad acorde al curso de los tiempos actuales, del que sea parte Brasil desde América latina, la india y al menos un país de África. No hay nada que lo impida, salvo nuestras propias voluntades», añadió.