Brasil reitera que sistema de fiscalización de carne es "amplio y confiable"

"Una vez más reafirmamos: Nosotros sabemos lo que estamos haciendo y el sistema de inspección federal es amplio. Funciona y fue verificado por más de 150 países", señaló en rueda de prensa el secretario ejecutivo (viceministro) de Agricultura, Eumar Novacki.

BRASILIA.- El Gobierno brasileño reiteró hoy que su sistema de fiscalización para la producción y exportación de carne es «amplio y confiable», después de que Estados Unidos suspendiese la importación de vacuno fresco por problemas «sanitarios».

«Una vez más reafirmamos: Nosotros sabemos lo que estamos haciendo y el sistema de inspección federal es amplio. Funciona y fue verificado por más de 150 países», señaló en rueda de prensa el secretario ejecutivo (viceministro) de Agricultura, Eumar Novacki.

Las restricción de Estados Unidos supone un duro golpe para la industria pecuaria, la cual ha sido cuestionada en los últimos meses a raíz de varios escándalos, entre ellos el de la «Carne débil».

El pasado marzo, las autoridades brasileñas descubrieron una mafia que adulteraba los productos tanto para el consumo interno como para la exportación, lo que llevó a la restricción temporal de carne por parte de algunos compradores internacionales.

Estados Unidos intensificó entonces los controles sanitarios y, según explicó la Secretaría de Agricultura en un comunicado, rechazó la entrada de 106 lotes (aproximadamente 862.600 kilogramos) de productos cárnicos brasileños debido a «preocupaciones de salud pública, condiciones sanitarias y problemas de salud animal».

Según Novacki, fueron identificadas «reacciones naturales» en los cortes bovinos debido a la vacuna contra la fiebre aftosa y de acuerdo con el secretario no hay riesgo de que los problemas apuntados por el Gobierno de Estados Unidos causen impacto en la salud pública.

De acuerdo con el secretario, el Ministerio ya instauró una auditoría para verificar la calidad y el origen de las vacunas.

El país norteamericano, referencia de otros países que compran la carne brasileña, importó el año pasado 3,35 millones de dólares de carne bovina congelada y fresca, de los 4.300 millones de dólares de ese producto exportados por Brasil en 2016, según datos de Ministerio de Desarrollo, Industria y Comercio.

«Obviamente, existe una presión muy grande del mercado y nosotros fuimos sorprendidos», apuntó Novacki, quien señaló que un equipo técnico deberá responder la próxima semana los puntos cuestionados por las autoridades sanitarias estadounidenses.

El Gobierno intenta revertir la situación y el ministro de Agricultura de Brasil, Blairo Maggi, anunció este viernes que la semana próxima viajará a Estados Unidos para abordar el tema con altos representantes del Gobierno de ese país.