California.- Poco antes de morir en 1973 (el 20 de julio), Bruce Lee pronunció su frase más conocida, «be water my friend» (sé agua amigo mío), que puede resultar irónica si se confirma un estudio sobre las circunstancias de su muerte que afirma que su fallecimiento fue consecuencia de un excesivo consumo de agua.
Nacido en 1940 en la ciudad californiana de San Francisco, Bruce Lee dedicó su vida al desarrollo y difusión de las artes marciales originarias de China, el lugar de donde procedía su familia. En su corta y triunfal carrera, fue capaz de mostrar al público occidental que esas disciplinas milenarias eran algo más que acrobacias y piruetas.
Un éxito que en la era del big data y la Inteligencia Artificial, caracterizada por la virtualidad y la superación de la realidad física, tiene su mejor indicador en los 239 millones de resultados que obtenemos al teclear su nombre en el buscador más conocido de Internet.
Entradas que además de hablar de su vida y películas nos ofrecen cientos de productos relacionados con el personaje, como videojuegos, juguetes, ropa o libros. También ensayos sobre la técnica especial de combate que desarrolló, que ayudaron a popularizar el refinado pensamiento oriental en todo el mundo.
UNA CARRERA ENTRE HONG KONG Y ESTADOS UNIDOS
La carrera del actor se forjo entre Hong Kong y Estados Unidos, país donde nació y al que regresó tras pasar su infancia en la ciudad china. En el país americano enseñó artes marciales y apareció en series de televisión durante los sesenta como El Avispón Verde (The Green Hornet), Batman o Ironside. En ellas interpretó personajes racializados, que reunían todos los tópicos sobre la comunidad china.
De vuelta a Hong Kong actuó en tres películas de artes marciales que le convirtieron en un mito del género. Primero en la cinta de 1971 «The Big Boss» (El Gran Jefe o Karate a Muerte en Bangkok), a la que siguieron » isto f Fury» (Furia Oriental, 1972) y «The Way of the Dragon» (El Furor Del Dragón, 1972), una película en la que comparte cartel con Chuck Norris, con quien pelea en el Coliseo de Roma.
El creciente interés por el género en los Estados Unidos dio como fruto el filme «Enter The Dragon
(Operación Dragón), la última película que rodó en vida. Coproducida con una empresa estadounidense fue estrenada en 1973 poco después de la muerte de su protagonista.
El siempre provocador Quentin Tarantino planteó en «Once Upon a Time in Hollywood» (Érase una vez en
Hollywood, 2019) la disyuntiva sobre el resultado de un combate entre Bruce Lee y una persona de mayor envergadura y poderío físico, pero menos respetuoso con las reglas, interpretado por Brad Pitt, que gana el combate.
En la escena se muestra a un Lee soberbio y arrogante. Un retrato que provocó la ira de la hija del actor, Shanon Lee, que protestó por la descripción que Tarantino hacía de su padre. Pero más allá de la polémica, lo cierto es que en sus películas Bruce Lee derrota a enemigos muy superiores físicamente.
Poco importa cuál sería el resultado en la realidad. La magia de su cine se encarga de mostrar que no importa el tamaño y que, al menos en la gran pantalla, no hay enemigo pequeño para los malvados.
LA FILOSOFÍA DE BRUCE LEE
Mundialmente conocido por sus acrobacias imposibles, detrás del personaje había una persona interesada por la filosofía, disciplina que estudió brevemente en una universidad tras regresar a Estados Unidos a finales de los cincuenta.
Bruce Lee bautizó su pensamiento como Jeet Kune Do, un estilo de artes marciales que él mismo desarrolló con un fuerte componente intelectual. El principio del Jeet Kune Do es la «reacción instantánea y sin fricción», lo que equivale a utilizar el mínimo de movimientos y energía.
Una filosofía que sugiere adaptar la voluntad a las circunstancias. Lee utiliza la imagen del agua, que deja de ser el líquido que conocemos para transformarse en el recipiente que lo contiene, en el mantra «be water my friend». Un pensamiento que cincuenta años después de su muerte adquiere un significado diferente.
En un estudio de la Fundación Jiménez Díaz de Madrid (España) sobre su fallecimiento y publicado por la revista científica «Clinical Kidney Journal» en 2022, se señala como principal hipótesis de su fallecimiento a una hiponatremia, «la incapacidad del riñón para excretar el exceso de agua».
Poco importa el resultado del estudio y la irónica paradoja que supone las circunstancias de su muerte.
Para millones de personas, Bruce Lee será siempre el luchador incansable, que a base de voluntad, fortaleza mental y esfuerzo derrota a sus oponentes y acaba con las injusticias que aplastan a los más débiles.