REDACCIÓN INTERNACIONAL.- Más de 250 personas murieron el pasado sábado en varias masacres atribuidas a los rebeldes del Frente de Liberación Oromo (OLF-Shene) en la región de Oromia, en el este de Etiopía, según informaciones de un testigo.
Las matanzas ocurrieron en las localidades de Gutu, Chekorsa, Silesaw, Genene, Jaka Sefer y Hayaw, todas ellas dentro del distrito de Gimbi, indicó a Efe un campesino de Silesaw, Dametaw Alebel.
Los atacantes abrieron fuego desde las 3.00 hora local (0.00 GMT) hasta el mediodía, matando a centenares de personas de la etnia amhara, incluidos niños.
«Enterramos a 250 personas sólo el domingo», dijo Dametaw a Efe, quien añadió que los residentes de la zona todavía estaban recogiendo más cadáveres, y buscando a algunos vecinos que habían desparecido.
En un comunicado, el Gobierno federal etíope acusó a los rebeldes del OLF-Shene de ser los responsables del ataque, un extremo que el grupo armado ha negado.
«El Ejército de Liberación de Oromo (OLA) (nombre con el que se autodenominan los rebeldes de OLF-Shene) no ataca a los civiles», señaló este grupo en otro comunicado.
«El ataque de Gimbi fue llevado a cano por un grupo (…) organizado por el Gobierno», añadieron los rebeldes.
Este lunes, el primer ministro de Etiopía, Abiy Ahmed, condenó este ataque en su cuenta de la red social de Twitter.
«Los ataques a civiles inocentes y la destrucción de medios de subsistencia por parte de fuerzas ilegales e irregulares son inaceptables. Tenemos tolerancia cero para los actos horribles que se cobraron vidas recientemente en las regiones de Beninshangul y Oromia», escribió Abiy.
«Restaurar la paz y la seguridad en las comunidades afectadas seguirá siendo nuestra prioridad principal», insistió el líder etíope.
El OLF-Shene busca la autodeterminación del pueblo oromo, históricamente marginado por el Gobierno federal.
El Ejército federal etíope tiene en curso una operación especial para terminar con el OLF-Shene y ha matado a más de 1.000 rebeldes durante «los últimos dos meses», señaló Abiy la semana pasada durante una internevnción en el Parlamento.
El pasado 14 de junio hubo decenas de muertos en los alrededores de la ciudad de Gambella (este), capital de la región del mismo nombre, durante otro ataque atribuido al OLF-Shene.
Según las autoridades regionales, los rebeldes tenían el objetivo de tomar el control de la urbe de Gambella.
Además de la violencia comunitaria, el país atraviesa un momento convulso por la guerra que libran desde noviembre de 2020 los rebeldes de la norteña región de Tigré y el Gobierno federal.