Buckingham exhibe el vestido de novia más antiguo de la monarquía británica

A través de la moda de la época, la exposición recrea la Inglaterra de los siglos XVIII y XIX, entre los más de 200 objetos que expone la Colección Real.

Londres.- El traje de bodas más antiguo conservado en la Colección Real del Reino Unido data de 1816 y formará parte de la nueva exhibición «Estilo y sociedad: Vestidos de la época georgiana», que abrió hoy en el palacio de Buckingham, hasta el 8 de octubre.

El vestido, bordado en plata, perteneció a Carlota Augusta de Gales, hija del rey Jorge IV de Inglaterra, casada con el futuro Leopoldo I de Bélgica en 1816 en una las bodas reales más importantes de su época. La que estaba destinada a ser reina de Inglaterra, sin embargo, moriría un año después en el parto de su primer hijo.

En el centro de la exhibición se muestra un retrato a tamaño natural de la reina Carlota, mujer de Jorge III y abuela de Carlota Augusta, pintado por el popular retratista del siglo XVIII Thomas Gainsborough.

El cuadro se expone al lado de un vestido de época similar de la corte de la reina en la década de 1760, para que los visitantes puedan apreciar como las mujeres de la era georgiana vestirían esos trajes.

A través de la moda de la época, la exposición recrea la Inglaterra de los siglos XVIII y XIX, entre los más de 200 objetos que expone la Colección Real, además de trajes y joyas, pinturas, grabados, dibujos y abanicos que evidencian la innovación y riqueza de la época georgiana, desde la llegada al trono de Jorge I hasta la muerte de Jorge IV (1714-1830).

Debido al elaborado estilismo de la época, se exhiben también cosméticos y refinados productos para el cuidado de la piel y el cabello de hombres y mujeres, como el set de cuidado personal de Jorge IV, un cofre de plata elaborado en Francia que incluye cuchillas de afeitar, perfumes, peines, cepillos de dientes y utensilios para preparar tés y bebidas de chocolate.

Además, se exponen diseños y telas del Imperio Otomano, India y China que se incorporaron a la moda inglesa de la época, manifestando el alcance global del Imperio británico en el siglo XIX, que expandía sus redes comerciales en los cinco continentes.