La experiencia ha demostrado que la participación de jefes de Estado y de funcionarios a cargo de áreas vitales para el desarrollo, así como de inversionistas y empresarios innovadores en foros y conclaves internacionales, no puede calificarse miopemente como turismo pasajero si es bien aprovechada con seriedad, ya que constituye una gran oportunidad para el crecimiento global.
El carácter provechoso de esos encuentros quedó evidenciado este jueves cuando el presidente Danilo Medina se reunió en Ciudad de Panamá con un grupo de inversores, en el marco de la Séptima Cumbre de las Américas.
Inversores estadounidenses se interesaron en participar en proyectos de educación, energía e infraestructura en la República Dominicana, y con ese objetivo y tras conversar con el gobernante, lo invitaron a hacer próximamente una presentación en Washington.
Esto demuestra que un país no puede desarrollarse manteniéndose enclaustrado entre sus fronteras y ajeno a los cambios y nuevas dinámicas que surgen en diferentes latitudes del orbe y que debe nutrirse compartiendo experiencias y potencializando mecanismo de intercambio y colaboración.
Un aspecto significativo que planteó el presidente Medina en una entrevista exclusiva que concedió a la periodista Alicia Ortega, del Grupo Noticias SIN, fue que el objetivo filosófico de la cumbre, más allá de los temas estrictamente económicos, es sentar las bases para una América en paz, unidad y libre de conflictos.
En ese contexto, y el propio Medina lo señaló en la entrevista, ha jugado un papel crucial y estimulante el restablecimiento de las relaciones entre Estados Unidos y Cuba, luego de décadas de aislacionismo, y es de esperar que ese proceso de afiance paulatinamente hacia el anhelado desbloqueo económico.
Con la claridad que le caracteriza en sus planteamientos tanto en política doméstica como en su enfoque internacionalista, Medina dijo que la política industrial en la región se ha formulado e implementado privilegiando los objetivos nacionales, sobre la base de un Sistema de competitividad injusto, basado en bajos salarios e incentivos.
En ese sentido, advierte que existen dos desafíos centrales para avanzar hacia una mayor integración productiva regional: garantizar el pleno acceso de las empresas establecidas en la región al mercado ampliado y lograr la coordinación de las políticas industriales nacionales en un marco regional o subregional.
Asimismo, recomienda alinear nuestra política industrial con nuestra política fiscal y comercial, en un todo coherente, tras indicar que para eso no basta con una buena formulación de políticas industriales coordinadas, sino que es preciso también mejorar las capacidades de implementación.
Es de esperar, pues, que la participación dominicana en el foro y la cumbre fortalezca la ruta emprendida dentro de la nueva visión de una política global y de integración, una tarea que debe ser compartida tanto por el Estado como por el sector privado y que está llamada a mejorar la calidad de vida de la gente dentro de un ambiente de respeto y de fiel apego a las leyes y los derechos humanos.
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