En nuestra sociedad, muchas personas se concentran en darle valía al cuerpo y vestimenta de la nación pero no destacan su alma. Por tener la vista fija en lo material, descuidan los valores, principios morales y cívicos, desbordando antivalores como la delincuencia, violencia, inseguridad.
Se cree que un gobierno trabaja porque hace túneles, carreteras, edificios, pero no se detienen a observar si se ocupa de lo esencial, del alma de la nación, de hacer aportes educativos, culturales, organización, disciplina, en institucionalizar el país y que se proyecte en sus actitudes y acciones.
Me surge esta reflexión porque recientemente, en la Plaza de la Bandera, develaron bustos, esculturas, de los padres de la patria, Juan Pablo Duarte, Francisco del Rosario Sánchez y Matías Ramón Mella. Vienen a la memoria sus heroicas hazañas por hacer un país libre, independiente, soberano. Sin embargo, en los comentarios sobre este evento, esos valores han sido relegados a segundo plano. Se han concentrado en lo material.
De estas esculturas, lo que mas ponderan es si fueron bien hecha, quien fue el escultor, si están bien ubicadas, si Duarte luce como era en su juventud y vejez o si en el subconsciente del escultor estaba el rostro del Presidente de la Republica, Danilo Medina.
Entiendo que deberíamos tener fotos de nuestros héroes, que sean algo así como la marca de cada quien pero en este caso, la marca que mas debemos destacar son las de sus principios y acciones, su amor a la patria, a la libertad, a la justicia social y sus grandes sacrificios por alcanzarlos. En esa época en que escaseaban los mecanismos para tomar fotos, Duarte no pensaba en publicidad ni en lo material, al punto de morir en extrema pobreza pero con la satisfacción del deber cumplido.
Duarte dejó huellas positivas, ejemplares, indicadoras de que su prioridad era cuidar el alma de la nación ¡hacerla libre e independiente! Dejo luces, directrices hacia ese camino, que con frecuencia son ponderadas y destacadas, por historiadores juiciosos.
Solo he conocido de un comunicador social, amante de lo material, prepotente, envidioso de los meritos de los demás y de los halagos a Duarte, que ha tenido la osadía de insultarlo y aunque fue penalizado, lamentablemente, todavía está en los medios, tratando de confundir e implantar sus ideas. Sus comentarios sobre la persona de este héroe nacional, así como los del busto que le hicieron, son desafortunados.
Quizás proceda poner en esta plaza, una tarja anexa que recuerde el sacrificio y todo lo hermoso y valioso que hicieron por la nación los Padres de la Patria, esto es, Duarte, Sánchez y Mella y los que de una u otra forma, lucharon por nuestra libertad, por la soberanía nacional.
¡Que trabajo da sembrar sanos valores en nuestro medio! ¡Que fácil se distrae, se manipula la población, cuando carece de educación, pan y firmes valores morales y cívicos!