BRASILIA.- Camioneros que respaldan al presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, bloquearon diversas carreteras del país este miércoles para exigir la destitución de los jueces del Supremo, ya reclamada la víspera en masivas protestas de la ultraderecha.
Según la Policía de Carreteras, los bloqueos ocurrieron en al menos 14 de los 27 estados del país y los manifestantes, además de exigir la destitución de los once magistrados de la Corte Suprema, también clamaban en algunos casos por la «disolución» del Congreso y una rebaja de los precios de los combustibles.
La información oficial dice que los bloqueos ocurrían en «117 puntos», aunque con diversa intensidad. En algunos casos eran solo «concentraciones de personas» y en otros se habían registrado unos «bloqueos totales o parciales» de las carreteras.
En mensajes divulgados a través de las redes sociales, muchos de los promotores de la protesta confirmaron que la destitución de los magistrados del Supremo es una de las condiciones para poner fin a las manifestaciones y los bloqueos.
El abogado Erick Carvalho, quien defiende a un camionero acusado de promover actos antidemocráticos y que está fugitivo después de que el Supremo ordenó su detención la semana pasada, dijo que este miércoles pretendía presentar al Senado un pedido con miras a la destitución de los magistrados, pero que no fue recibido.
«Ahora es oficial. Ya tengo el recado de los camioneros y habrá una paralización, una huelga. Intentamos resolverlo pacíficamente, pero ellos (por el Senado) no quieren un acuerdo», declaró.
Carvalho representa a Marcos Antonio Pereira, un camionero bolsonarista buscado por la Policía y que en los últimos dos días ha instado a una huelga de transportistas.
En un video difundido este mismo miércoles en redes sociales, el fugitivo, conocido como Ze Trovao, avisó que el movimiento en las carreteras se agudizará a partir de las primeras horas del jueves.
«Ahora es para bloquear todo. A partir de mañana solamente pasan ambulancias, remedios y oxígeno. Nada más», declaró Trovao, quien aseguró que la Corte Suprema «está jugando con la democracia».
La crisis política e institucional que vive Brasil se agudizó este martes, cuando con ocasión del Día de la Independencia miles de personas tomaron las calles de diversas ciudades del país alentadas por Bolsonaro y la ultraderecha que apoya a su Gobierno.
Las mayores protestas estuviera dirigidas contra el Parlamento y a el Supremo, a los que el bolsonarismo acusa de «obstaculizar» al Gobierno.
El propio mandatario encabezó las manifestaciones en Brasilia y Sao Paulo, donde llegó a instar a sus seguidores a «desobedecer» algunas de las sentencias del Supremo.
Esa declaración fue repudiada por todos los partidos políticos, el Congreso y la Corte Suprema, cuyo presidente, Luiz Fux, aseguró que «nadie cerrará» ese tribunal y advirtió de que el incumplimiento de sentencias es un «delito» que, en el caso de Bolsonaro, pudiera llevar a la destitución.
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