Santo Domingo.- El Ministerio de Relaciones Exteriores, a través de la Embajada Dominicana en Estados Unidos, informó que realiza las investigaciones correspondientes sobre la denuncia de Carlos Feliz Cuevas, quien alega haber sido víctima de procedimientos médicos no autorizados mientras se encuentra en un centro de deportación en Estados Unidos.
La Cancillería informó que la madre de Feliz Cuevas, Antonia Valdez, formalizó este viernes la solicitud de asistencia, a fin de que se indague lo dicho por su hijo y se agilice su repatriación al país.
La progenitora le explicó este viernes a Noticias SIN que su vástago le ha expresado supuestos abusos y negligencia médica una vez detenido en el país extranjero.
Sobre el viaje de Carlos y la denuncia de su madre
Carlos Daniel emprendió su viaje desde República Dominicana a principios de abril, con la esperanza de una vida mejor en Estados Unidos. «El viaje era financiado, lo iba a pagar allá cuando comenzara a trabajar allá y solo tenía que conseguir los vuelos», explicó Antonia a la periodista Alicia Ortega.
A pesar de la oposición de su madre, Carlos Daniel salió de Santo Domingo, volando hacia El Salvador, luego a Guatemala, México y finalmente a Estados Unidos. «Yo le decía que no se fuera», recordó Antonia, preocupada por las posibles travesías peligrosas.
Carlos Daniel llegó a Estados Unidos el 3 de mayo y contactó a su madre una semana después para informarle que estaba bien y esperando una audiencia con un juez o abogado. «Él me llamaba (desde el centro) casi dos veces por semana», señaló Antonia.
Sin embargo, las comunicaciones se interrumpieron durante 18 a 20 días, tiempo en el cual Carlos Daniel fue sometido a múltiples cirugías sin su consentimiento.
«Me han hecho cirugía en el brazo, en la pierna, por todos los lados vine sano», declaró Carlos Daniel desde el centro de detención. Además, describió condiciones sanitarias deplorables, con detenidos expuestos a bacterias y virus peligrosos. «Aquí hay amistades con bacteria en el estómago, muriéndose del dolor», añadió.
Carlos Daniel asegura que llegó a Estados Unidos sano, por lo que no encuentra explicación a todos estos procedimientos médicos:
Las cirugías, realizadas dice él sin su conocimiento ni consentimiento, han dejado a Carlos Daniel en un estado de salud difícil, haciendo uso de silla de ruedas. «Me están matando a cirugías limpias sin decirme por qué. Me están dando unos medicamentos que me están matando, vomito todo lo que me como», lamentó.
Dice que tampoco ha tenido acceso a representación legal y la imposición de firmar documentos en inglés han agravado su situación. «Me ponen a firmar unos papeles en inglés que no sé lo que estoy firmando», dijo.
Antonia, desde Santo Domingo, expresó por otro lado, su desesperación por la situación de su hijo. «Él me dice que está desesperado, que no quiere morir allá y que lo manden a su casa. Que si no le van a dar el permiso de estar allá, que lo manden a su país», imploró.
La madre, que crió sola a sus hijos tras la muerte de su esposo, nunca imaginó que su hijo estaría pasando por algo así. «Él nunca tuvo un problema de salud mental, él creció sano siempre y nunca ha tenido problemas», afirmó.
El trato recibido por Carlos Daniel, dice, incluye largos periodos sin acceso a higiene básica y condiciones de reclusión inhumanas, ha llevado a su madre a solicitar urgentemente la intervención de la Cancillería dominicana. «Le pidieron a la Cancillería que no lo deporten para acá antes de que suceda lo peor», dijo Antonia.