¿Cargar un teléfono con un limón?: inventos caseros de venezolanos para sobrevivir al apagón

REDACCIÓN INTERNACIONAL.- Los venezolanos, a excepción de los habitantes de Caracas, han vivido varias temporadas de racionamiento de energía por razones climáticas, fallas en el sistema, falta de mantenimiento e ineficiencia (según la oposición), o por el sabotaje o ‘guerra eléctrica’ (según el Gobierno), sin embargo, este caso parecía ser diferente.

El presidente Nicolás Maduro responsabilizó a EE.UU. de haber ejecutado un complejo «plan terrorista de ataque cibernético» al cerebro de la Hidroeléctrica del Guri, que abastece al 70% del territorio venezolano, mientras que la oposición adujo que se trataba de una falla producto de la desinversión, corrupción e ineficiencia.

¿Qué hacer?

La cotidianidad perdida abruptamente obliga a recrearla de alguna manera, con los elementos y conocimientos más a la mano. En este plan de contingencia participaron familias y comunidades que tuvieron que «inventar» soluciones que se valían de la física, la química y del saber popular para alumbrarse en la oscuridad, para mantener productos congelados, para utilizar racionalmente el agua o para no perder la comida y las medicinas, adquiridas a los precios inflacionarios del mercado o a través de los beneficios estatales para la alimentación.

Estas invenciones populares fueron útiles para algunos pero duramente criticadas por quienes las vieron como un retroceso a la Edad Media, en pleno siglo XXI, o como una manera de precarizar la vida de los venezolanos que ya padecen una severa crisis económica caracterizada por hiperinflación, especulación y precios dolarizados.

Hágase la luz

En la ausencia total de luz, las ideas surgieron de la oscuridad. Lo más natural en un apagón es encender una vela pero no todos la tenían. En las calles, los pocos comercios que abrieron, se aprovecharon y las vendieron a precios especulativos, que podían llegar a 10 dólares por unidad, cuando el salario mínimo, sin las bonificaciones estatales ni los beneficios alimentarios, es de casi siete.

Quienes tenían agotadas sus reservas de batería para el móvil, del que usaban la linterna, o las pilas para alguna lamparilla, optaron por otras formas de alumbrar, propias de siglos atrás.

A través de WhatsApp o de las redes sociales se viralizaron videos con tutoriales para la elaboración de lámparas de aceite comestible y agua, cuya mecha era un trozo de algodón.
Algunos «mechurrios», como también se les llama en Venezuela, fueron hechos con tazas y variantes como papel aluminio y sanitario. Sus creadores aseguraban que su duración era de más de 24 horas.

Agua que has de beber

Otro problema urgente que resolver era el consumo y uso del agua. En las redes los usuarios compartieron técnicas para hervirla o purificarla. El problema seguía siendo el mismo: la especulación. Por un botellón de cinco litros de agua mineral cobraban hasta cuatro dólares en Caracas.

Tras largas filas para recargar el líquido extraído de quebradas, tomas callejeras, cisternas o tanques, el reto era rendirlo. Así, con la inventiva que surge en la premura, el video de una botella plástica transformada en surtidor de agua se popularizó en internet.

Sin embargo, las críticas y comentarios de rechazo ante los métodos de emergencia utilizado en la crisis eléctrica también se hicieron sentir en las redes. Para algunos, usarlos era estar a favor del chavismo.

Sin embargo, las críticas y comentarios de rechazo ante los métodos de emergencia utilizado en la crisis eléctrica también se hicieron sentir en las redes. Para algunos, usarlos era estar a favor del chavismo.

Conservar los alimentos

La amenaza de la descomposición comenzó cuando los refrigeradores se detuvieron. Frente a la posibilidad de quedarse sin qué comer, surgieron publicaciones donde se ofrecían consejos utilizados milenariamente.

Un dato poco común para conservar la carne, incluso incluía un extintor de incendios entre los materiales necesarios.

Cargar teléfonos móviles

Cubiertas las necesidades primarias, surgió otra de igual importancia: cargar la batería de los teléfonos sin salir de casa. En Venezuela, existen unas 30 millones de suscripciones a telefonía celular, en un país de unos 31 millones de habitantes.

Entre los experimentos, que a algunos les hizo recordar la popular serie estadounidense ‘McGiver’, había opciones para hacerlo con una pila rectangular, con la energía de la computadora o incluso con un limón.

Una semana ha pasado desde el primer apagón total que ha sufrido el país. Las investigaciones del Gobierno venezolano, para determinar los responsables, apenas comienzan y, aunque la cotidianidad ha vuelto, aún circulan en las redes los videos de creaciones para afrontar la contingencia.