NASSAU.- La Comunidad del Caribe (Caricom), formada en su mayoría por pequeñas islas antillanas, agradeció hoy a Venezuela su apoyo económico, así como a China y Taiwán, y pidió el fin del embargo a Cuba, pese a la amenaza que ello puede suponer para su industria turística.
Los quince países que forman Caricom iniciaron hoy en Bahamas una cumbre de mandatarios en la que se preveía que afloraran asuntos como la tensa relación con República Dominicana y la reciente decisión unilateral de Jamaica de despenalizar la marihuana.
Sin embargo, ninguna alusión a esos temas se hizo durante los discursos que formaron parte de las ponencias y reuniones del día. Lo que sí se coló fue una mención a Venezuela por parte del primer ministro de Antigua y Barbuda, Gaston Browne.
En su calidad de presidente saliente de Caricom, Browne expresó su agradecimiento a ese país, de cuya energía se nutre gran parte de los quince países de Caricom, en su mayoría pequeñas economías insulares anglófonas y francófonas.
Durante su discurso en el primer día de reuniones de la cumbre anual de Caricom, que termina mañana, el mandatario recordó que Venezuela es un gran colaborador de las Antillas menores y dijo que eso la región no lo olvidará.
En los últimos tiempos la caída del precio del petróleo y la reducción del apoyo de Venezuela a Petrocaribe ha generado temores en la región, que depende sobremanera del suministro venezolano y de sus ventajosos precios.
Igualmente agradeció a China y Taiwán las constantes inversiones que están realizando en la región y criticó que el resto de la comunidad internacional no tenga un trato preferencial con las Antillas y olvide que no cuentan con los mismos recursos, población, tierra y riquezas que EE.UU. o la Unión Europea.
Otro asunto de actualidad que se coló en las conversaciones de hoy fue el anuncio en diciembre pasado de la normalización de las relaciones diplomáticas entre Cubay EE.UU.
También fue en boca de Browne, que reclamó a Washington que vaya más allá y acabe de una vez con el «sinsentido» de su embargo.
Además, se congratuló de que la región haya estado «en el lado correcto de la Historia», ya que, según recordó, ya en 1972 cuatro países de Caricom decidieron desmarcarse de ese embargo.
Por su parte, el presidente entrante de Caricom y primer ministro de Bahamas, Perry Christie, exhortó a crear con prontitud una iniciativa de múltiples destinos conCuba para fortalecer el sector turístico ante el posible próximo levantamiento del embargo.
«Mejor antes que tarde (…) debemos aprovechar esta oportunidad única para desarrollar una iniciativa multidestino con Cuba», dijo Christie, tras defender que el acuerdo para la normalización de relaciones no debe ser visto como una amenaza para la región.
Muchos expertos coinciden en apuntar que la apertura del mercado turístico de Cuba para los estadounidenses puede hacer mucho daño a otros destinos caribeños con menos historia, menos oferta, menos infraestructuras y menos atractivos.
Como viene siendo una constante desde hace años en estas reuniones, una de las principales preocupaciones giró en torno al estancamiento económico de la región y sus dificultades por competir en un mundo cada vez más interconectado, donde el tamaño y las alianzas marcan la diferencia.
Para Browne, la región atraviesa «uno de los momentos más delicados de su historia», una visión que fue compartida por otros oradores, que en general apostaron por potencial el impulso de la juventud, la colaboración intrarregional y la autosuficiencia agroalimentaria.
Sobre este último aspecto, Christie expresó su preocupación por la excesiva dependencia del exterior y puso el ejemplo de Bahamas, que importa anualmente alimentos por mil millones de dólares estadounidenses.
«Es tiempo de que produzcamos lo que podamos y que sólo compremos lo que nos sea necesario. Este debe ser el mantra de Caricom», defendió.
Para profundizar en este tema, los mandatarios se reunieron hoy con el director general de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), José Graziano.
Igualmente, se habló de la necesidad de que la banca local se sanee y mejore su imagen exterior, donde está considerada de alto riesgo, lo que cada vez dificulta más atraer capitales.
Por ello, se propuso la celebración de un reunión de ministros de Financias de la región que pongan las bases para evitar «que la banca autóctona se vea obligada a cerrar», en palabras de Brown.
Los países que conforman el organismo regional son Antigua y Barbuda, Bahamas, Barbados, Belice, Dominica, Granada, Guyana, Haití, Jamaica, Montserrat, Santa Lucía, San Cristóbal y Nieves, San Vicente y Granadinas, Surinam y Trinidad y Tobago.
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