Beltrán, vio como antes que concluyese la temporada regular, la decisión de los Yanquis de Nueva York de iniciar una nueva reconstrucción con jóvenes valores, le colocaron en la lista de los traspasos y de inmediato, el mejor equipo de la Liga Americana, los Vigilantes de Texas lo reclamaron.
No se equivocaron, con la llegada del toletero zurdo la ofensiva de los Vigilantes, que ya era poderosa se hizo aun mayor y eso les permitió concluir la temporada regular con la mejor marca del Joven Circuito.
Beltrán será agente libre al finalizar la temporada y admite que a los 39 años no está listo para retirarse, pero no sabe cuántas campañas le quedan, ni dónde estará jugando la temporada que viene.
Lo que sí sabe Beltrán es que jugar en la postemporada nunca se vuelve repetitivo, ni cansado, todo lo contrario es de una gran motivación y compensación como profesional.
De hecho cuando los Vigilantes abran la Serie de División hoy jueves contra los Azulejos de Toronto, en el Globe Life Park, de Arlington (Texas), Beltrán estará por sexta vez en los playoffs en su carrera de 19 temporadas en las Mayores.
Además será una serie muy especial para los Vigilantes, que estarán ante la revancha del choque del año pasado en la misma serie que perdieron ante el equipo canadiense, que vencieron 5-2 a los Orioles de Baltimore, el martes, en el partido de Comodín de la Liga Americana gracias a jonrón de oro del toletero dominicano Edwin Encarnación con dos en base en el undécimo episodio.
Beltrán ni tiene problema con lo sucedido el año pasado ni tampoco con el rival que les toca, todo lo contrario, su punto de concentración e interés está en jugar el mejor béisbol que le permita conseguir el ansiado anillo de una Serie Mundial, que ha tenido cerca en varias ocasiones.
«Eso es lo que me motiva. Significa mucho para mi, aunque disfruto el juego y estar alrededor de estos muchachos jóvenes, compartir un poco mis experiencias. Pero al final del día, la competencia y la oportunidad de ganar una Serie Mundial es lo que me motiva. Con suerte este será el año. Pero hay que demostrarlo dentro del terreno», reconoció Beltrán.
La primera vez que Beltrán jugó en la fase final fue en el 2004 con los Astros de Houston que estaban en la Liga Nacional.
Ese fue el año que dio ocho jonrones en los playoffs, empatando la marcaba que implantó Barry Bonds en el 2002. Pero los Astros perdieron la Serie de Campeonato de la Liga Nacional en siete juegos con los Cardenales de San Luis.
Beltrán era parte de los Mets en el 2006 cuando cayeron en la Serie de Campeonato de la Nacional también ante los Cardenales y en una serie que duró siete juegos.
El triunfo de San Luis en el séptimo culminó con Beltrán, quien dio tres jonrones en esa serie, ponchándose sin tirarle en el cierre del noveno.
Beltrán luego llegó a los Cardenales cuando perdieron ante los Gigantes de San Francisco en la Serie de Campeonato del Viejo Circuito en el 2012 y en el 2013 hizo el único viaje, hasta ahora, al «Clásico de Otoño», con el equipo de San Luis que las perdieron frente a los Medias Rojas de Boston (4-2).
Regresó a la Liga Americana con los Yanquis y de nuevo estuvo en la fase final, pero la pasada temporada perdieron el comodín ante los Astros.
Beltrán admite que cuando jugó con los Cardenales la Serie Mundial estaba convencido que podrían ganarla porque tenían un gran equipo, pero se enfriaron en la recta final y decisiva.
«Son las cosas que suceden en el béisbol, pero siempre me sentí agradecido de haber llegado a la Serie Mundial», destacó Beltrán, que volvió a tener esta temporada números importantes con la producción ofensiva.
Beltrán sigue teniendo números extraordinarios en postemporada. Su .332 de promedio de bateo es el segundo más alto de la historia entre peloteros con un mínimo de 50 juegos. Su promedio de slugging, .674, es el más elevado de todos. Sus 16 jonrones lo colocan noveno.
El piloto de los Vigilantes, Jeff Banister, admite que es un pelotero muy especial por la manera como se toma en serio su trabajo, se prepara y la forma como aportar la gran experiencia que posee y conocimientos del deporte del béisbol.
«Los grandes momentos afectan a los peloteros de distintas formas, pero cuando tienes a alguien que ha tenido todo ese éxito, poder transmitir eso a los demás es crucial. Es otra arma para usar», subrayó Banister.
A pesar de toda la experiencia, Beltrán reconoció que cuando la acción de comienzo ante los Azulejos volverá a estar nervioso porque sabe que en juego estará de nuevo alcanzar el gran sueño de ganar una Serie Mundial, el único trofeo que le falta por conseguir a nivel de equipo e individual.
