Querido compatriota:
Por el discurso del presidente Medina me he enterado que más personas de origen dominicano han fallecido en Nueva York debido al virus que todos los muertos hasta ahora en la República Dominicana. ¡Qué duro le está dando esto a nuestra diáspora!
También doy seguimiento a la polémica entre políticos y técnicos norteamericanos sobre cuándo permitir que la población regrese al trabajo.
Sobre ese tema, pero aplicado a la Republica Dominicana, me he hecho varias preguntas. ¿Qué criterios utilizará el presidente Medina para ir reduciendo la cuarentena y a quiénes consultará al respecto? Hasta ahora nuestro gobierno ha seguido las directrices de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y si continúa haciéndolo tomará en cuenta el comportamiento de la famosa curva y la proporción de las pruebas que estén dando positivas. Bajo ese criterio creo que estaremos encerrados en nuestros hogares por lo menos hasta junio.
Si sigue los consejos de nuestro ministro de Salud, estos creo que coincidirán con los de la OMS. Nuestro Colegio Médico, al igual que la mayoría de los sindicatos profesionales, lamentablemente ha devenido en un apéndice de un partido político, lo que lo ha desprestigiado totalmente.
Nuestro presidente bien podría consultar al liderazgo de la oposición el cual está ávido por ese acercamiento, pero me temo que eso no cuadra con el estilo de gobierno del PLD. Como lamentablemente la pandemia ha coincidido con las elecciones, nuestros tres principales candidatos a la presidencia deben estar pensando sobre si les conviene que las elecciones sean muy tarde o muy temprano y en eso basan su opinión sobre cuándo debemos salir de la cuarentena y no en las seis o quince muertes diarias que están ocurriendo entre nosotros.
Los poderosos empresarios pedirán al presidente que se elimine la cuarentena lo más pronto posible para beneficio de sus empresas. La opinión de nuestra sociedad civil bien podría ser la más sana, pero esta se mantiene bastante débil. El ministro de Hacienda sugerirá que los negocios se abran pronto pues las recaudaciones están por el piso y los gastos muy por encima de lo presupuestado y me imagino que el presidente consultará con el director de nuestro servicio de inteligencia, el DNI, para ver hasta dónde en los barrios se están organizando actos de violencia. ¿No te sorprende que a la fecha prácticamente en ningún lugar del mundo haya surgido esa violencia a pesar del desempleo y confinamiento?
En Estados Unidos se habla de ir abriendo por Estado de la Unión, comenzando con aquellos lugares con menos víctimas, pero no concibo que aquí comencemos por Elias Pina pues los originarios de allí y que ahora viven en la capital cogerán para allá e infectarán a ese pueblo fronterizo, todavía sin muertes. Este es un país presidencialista y no es verdad que los gobernadores y alcaldes decidirán sobre la apertura en su región.
A mí me preocupa que una eliminación, aunque parcial de la cuarentena antes de tiempo, pueda provocar un crecimiento de los infectados y las muertes.
Y ahora te pregunto a ti: aquí se dice que la diáspora aumentará el envío de sus remesas al conocer del incremento en las necesidades debido al desempleo y el hambre en nuestro país, pero quisiera saber tu opinión: hasta dónde disminuirán esas remesas en vez de aumentar debido al gran desempleo en la comunidad dominicana en Nueva York.
Para finales de este mes Colombia va a abrir parcialmente su confinamiento. Los mayores y menores de edad tendrán que quedarse en casa y se urge el teletrabajo. Abrirán los sectores de transporte, construcción, fábricas, agroindustria y minería. En las empresas tendrán que existir facilidades para el lavado de las manos y tomar la temperatura al entrar. Los vuelos internacionales seguirán prohibidos.
Pero también, bajo esta “nueva normalidad” como le están llamando los colombianos, estarán cerrados los bares, restaurantes y prohibidos los mítines políticos. ¿Crees tú que los dominicanos dada su idiosincrasia aceptarán esas prioridades, o preferirán el incremento diario en el número de muertos?
