LOS ÁNGELES.- Cerca de 3.000 bomberos luchan contra las llamas del incendio más grande del año hasta la fecha en el estado de California, que ha quemado más de 36.900 hectáreas, según la última actualización del Servicio Forestal de EE.UU.
Este incremento de efectivos en las últimas horas ha provocado que el fuego esté contenido este martes un 26 %, superior al 20 % registrado este lunes.
El incendio de combustión rápida está afectando al Bosque Nacional Plumas, en el extremo norte de Sierra Nevada, cerca de la ciudad de Beckwourth, a unos 80 kilómetros al noroeste del lago Tahoe.
En esa zona se han emitido órdenes de evacuación para unos 3.000 residentes de diferentes condados colindantes, según estimaciones de medios locales.
Durante este fin de semana el incendio avanzó rápido y llegó a una autopista estatal cerca de la ciudad de Doyle, donde quemó por lo menos seis estructuras.
Los servicios de bomberos esperan poder tener el fuego controlado este viernes.
Otro incendio cerca del Parque Nacional Yosemite, que ha sido contenido en un 10 %, también ha quemado más de 3.600 hectáreas desde el domingo por la noche, según la última actualización del Departamento Forestal y de Protección contra Incendios de California (Cal Fire).
El fuego bautizado como «River» ha destruido cinco construcciones, informó en una rueda de prensa este lunes el portavoz del Departamento Forestal y de Protección contra Incendios de California (Cal Fire), Jaime Williams.
La región en la que se declaró este incendio el domingo está registrando temperaturas altísimas de más de 42 grados, lo que acelera la propagación de las llamas y dificulta enormemente el trabajo de los bomberos.
En total, y según cifras de Cal Fire, en lo que va de año han ocurrido más de 4.100 incendios en ese estado del oeste de EE.UU., a pesar de que los meses tradicionalmente más complicados en cuanto a fuegos -octubre y noviembre- todavía no han llegado.
La directora del Consejo de Bomberos del Norte de California, Lenya Quinn-Davidson, explicó este martes a Efe que las condiciones de esta temporada en ese estado «son muy secas» tras «varias olas de calor sin precedentes» en los primeros meses del año.
«Los combustibles -la vegetación, los palos, las hojas y otros materiales que transportan el fuego- están muy secos, y si tenemos eventos de ignición, como rayos o otras causadas por humanos, los incendios arderán muy bien», dijo Quinn-Davidson, que es también asesora de bomberos de la Universidad de California.
California vivió en 2020 el peor año de su historia en cuanto a número de incendios y superficie quemada, ya que ardieron más de cuatro millones de acres, que son 1.618.742 hectáreas.
De acuerdo al Cal Fire, el estado sufrió el año pasado más de 9.900 incendios, casi 10.500 estructuras fueron dañadas, y se confirmaron 33 muertes relacionadas con los fuegos.
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