Santo Domingo.- El obispo de la Diócesis de Nuestra Señora de la Altagracia en Higüey, Jesús Castro Marte, condenó este Sábado Santo durante la misa de celebración de la Pasión y Muerte del Señor en la Basílica, el uso desproporcionado de los recursos públicos destinados para costear las campañas electores.
Para Castro Marte, con este tipo de acción, se está “crucificando nuevamente al maestro” y por ende es clasificada como una pasión similar a las que fue sometido Jesús antes de ser morir.
“Estamos crucificando al maestro cuando no se respeta el patrimonio de un país, cuando se usa de una forma desbordante en las famosas campañas electorales de donde venga y como sea para mantener una campaña electoral a la costilla a veces del patrimonio inclusive dinero sucio de la droga”, explicó el obispo.
El sacerdote durante la celebración de la pasión y muerte del Señor continuó su discurso pronunciándose en contra de aquellas personas que reciben fondos sin importar la procedencia y a su vez los califico como personas con el “corazón podrido”.
“Lo usan (los recursos) para la campaña, esos son a veces los que nos dirigen y una persona que se dedica a eso es una persona con el corazón podrido y ¿cómo van a defender la moralidad de un pueblo?, si llegó con la sangre derramada de miles de jóvenes que matan por la droga esas son las nuevas pasiones”, manifestó.
Ley pro aborto
Asimismo catalogó con el título de “pasión” al enriquecimiento ilícito de miles de personas que con el paso del tiempo han construido ideales que van en contra de la dignidad humana como es el caso de las leyes pro aborto.
“Al igual que la riqueza ilícita de miles de personas, otra pasión es la de construir unos ideales que van en contra de la dignidad humana como las leyes del aborto, hay gente que es tan apasionado con la muerte de los niños antes de nacer que se han hecho fanático de eso y eso es una pasión que es palpable”, señaló.
Tráfico de mujeres
Durante la misa de celebración de la Pasión y Muerte del Señor en la Basílica de Higüey Castro Marte aprovecho para también denunciar aquellos que solo ven a las mujeres como objeto sexual para el placer.
“Otra pasión es cuando se utilizan a las mueres como si fueran instrumento para el placer, ¿y acaso no tienen la misma dignidad un hombre y una mujer?”, dijo el obispo.
En la homilía también se refirió a las empresas que se dedican a la administración y venta de mujeres como si fueran mercancía.
“Y miles de empresas se dedican al tráfico de las mujeres, la venden como si fueran animales y eso es una pasión de miles de personas que se dedican a ese negocio teniendo bares con mujeres reservadas y escondidas y van a pagar los que se dedican a eso”, manifestó.
Narcotráfico
De igual manera hizo hincapié en el flagelo del narcotráfico, el cual según al propio Obispo hace que los jóvenes, adultos y mayores pierdan la “consciencia” y anden como “Zombis”.
“Aquellos que se dedican al tráfico de drogas, que son miles en el mundo, invaden al mundo cuantos jóvenes adultos mayores han perdido la consciencia de todo y andan como zombis en el mundo”, señaló.
Este Indicó que los que se dedican a este flagelo han “crucificado al Maestro” por haber destruido al ser humano al robarle su integridad y pensamiento con la intención solamente de buscar dinero.
“Le han sacado de su interior la razón, la conciencia, y el pensamiento, le han invadido como si fuera una dinamita interior. Han destruido este ser humano, invadiendo el mundo en droga; los famosos narcos. Que es una pasión y lo hacen por dinero, no le importa la dignidad la juventud, lo que le importa es el dinero y también estamos crucificando el maestro”, expresó.
Reflexión final
Finalmente el obispo recodó a la población que “sin la pasión, muerte y resurrección no existe vida eterna, ni existe la gloria, como tampoco existe nuestra fe que predicamos y anunciamos que todas y todos vamos a resucitar a través de los tiempos.
Por tal razón Castro Marte llamó a la población a “pedir al señor que nuestra cruz sea transitoria, y a vivir la vida y la fraternidad sin maldad, ni odio, ni engaño, ni difamación, ni calumnia, porque cuando se vive la resurrección se vive de acuerdo a Dios”.