Santo Domingo.- Miles de personas participaron este domingo en la décimo tercera edición de la caminata “Un Paso por mi Familia”, organizada por la Arquidiócesis de Santo Domingo. El evento, que partió desde la avenida Máximo Gómez y concluyó en el Parque Eugenio María de Hostos, congregó a familias, jóvenes, religiosos y líderes católicos en una jornada de oración, reflexión y defensa de los valores fundamentales de la familia.
La actividad tuvo como punto culminante la celebración de una eucaristía presidida por Monseñor Francisco Ozoria Acosta, Arzobispo Metropolitano de Santo Domingo y Primado de América, quien en su homilía destacó la importancia de construir una sociedad fundamentada en el amor, la justicia y la paz desde el núcleo familiar.
Durante el evento, fue leído un manifiesto que reafirma la posición de la Iglesia Católica respecto a la familia como célula fundamental de la sociedad. El documento, presentado por el reverendo Padre Mario de la Cruz, Vicario Episcopal de Pastoral Familia y Vida, junto a los matrimonios coordinadores de la Comisión Arquidiocesana, subrayó la importancia del matrimonio entre un hombre y una mujer, y llamó a la sociedad y al Gobierno a adoptar políticas públicas que promuevan y protejan la estabilidad familiar.
El manifiesto hace un llamado al Gobierno a garantizar el respeto y la protección de la vida desde la concepción, implementar políticas de vivienda accesibles, establecer centros de asistencia familiar y promover una educación sexual basada en valores cristianos. Además, rechaza explícitamente la ideología de género y aboga por un nuevo Código Penal que proteja la vida y los derechos de la familia.
“La familia debe ser la gran protagonista de las políticas públicas del Estado. Del bienestar del matrimonio y la familia depende el bienestar de toda la sociedad”, enfatiza el documento.
En su homilía, Monseñor Ozoria vinculó la jornada con la solemnidad de Cristo Rey, destacando los valores que deben guiar la vida familiar. “El reino de Jesús es un reino de paz, de justicia, de amor y de gracia. La familia es ese espacio donde construimos el reino de Jesús”, afirmó.
El arzobispo también instó a desterrar el odio, la violencia y las luchas de poder que socavan la paz y el amor en la sociedad. “El verdadero amor es aquel que es capaz de morir por el otro. Donde hay rencillas y pleitos, ahí no hay amor”, expresó.
La caminata “Un Paso por mi Familia”, iniciada en 2012, se ha convertido en una tradición que trasciende Santo Domingo, realizándose simultáneamente en otras ciudades del país como Santiago, Baní, La Vega y Barahona, entre otras. En cada lugar, los participantes compartieron cantos, oraciones y actividades culturales que celebran los valores de la familia.
El evento concluyó con un llamado a la reflexión dirigido no solo a los católicos, sino a toda la sociedad. “Una verdadera familia cuida, ama y respeta la vida desde su concepción hasta la muerte natural”, expresó el manifiesto, recordando que el bienestar de la familia es el pilar sobre el cual se construye una sociedad sana y justa.
El éxito de la caminata resalta la necesidad de fortalecer los valores familiares en un contexto de desafíos culturales y sociales que afectan la estabilidad de los hogares dominicanos. “Del bienestar de la familia depende el futuro de nuestra nación”, fue el mensaje contundente que resonó en esta jornada de fe y compromiso.