Padre las Casas, República Dominicana.– Existe un lugar en la República Dominicana donde los muertos mueren dos veces, el cementerio de Padre Las Casas, en la región Sur del país.
En este panteón hay una sobre población de cadáveres que se ahogan con las fuertes inundaciones.
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Cementerio de Padre Las Casas.
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Y sarcófagos convertidos en criaderos de abejas caracterizan este cementerio municipal, donde los muertos no descansan en paz.
Este camposanto, que fue construido hace 50 años, es el único en la comunidad de Padre las Casas, y desde su fundación no ha cumplido con los estándares establecidos.
Los entierros clandestinos están a la orden de la noche, y se han convertido en un dolor de cabeza constante para algunos comunitarios.
La creciente demanda de espacio para enterrar a los fallecidos, creó un mercado de alquiler de nichos. Las tumbas privadas se arriendan a cuatro mil pesos por cuatro años y las públicas a tres mil pesos, con cuotas de mil pesos anuales.
Ni los muertos se salvan de los ladrones, que ahora azotan las tumbas de la “ciudad del túbano”.
El caos es el denominador común en este panteón, que también se ha convertido en un foco de contaminación.
Para mitigar esta situación, la alcaldía de Padre Las Casas compró 10 mil tareas para construir un nuevo cementerio, pero todo se ha quedado en proyectos.
Mientras se busca nuevo terreno en mejores condiciones para instaurar el cementerio, los residentes seguirán enterrando a sus muertos de manera irregular o trasladándose a comunidades lejanas para dar el último adiós.
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