SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Saqueos y profanaciones están al orden del día en los cementerios de nuestro país. Décadas de abandono es parte de la problemática que afecta a los camposantos.
Tumbas apiñadas, nichos construidos unos encima de otros, los muertos están a la intemperie.
La falta de electricidad es el principal aliado de aquellos que vienen a cometer actos vandálicos en la zona.
Los robos en los cementerios no tienen estatus social. Tampoco límites geográficos. En el Ornamental de La Vega, reposan los restos del ex presidente Juan Bosch, a cuya tumba le fue sustraída una gaviota.
A diferencia del cementerio Guarionex de la provincia cibaeña, en donde se perdió el respeto por los que siempre duermen.
La carencia de pasillos en el cementerio municipal de Haina dificulta el paso.
Cráneos, vertebras, tumbas totalmente vacías es el panorama.
Llueven las denuncias por la falta de seguridad, temen “se pierdan” los cadáveres, en la mayoría de los casos, los espacios donde estaban enterrados son usados para enterrar a otros.
Este miércoles seguimos nuestro recorrido por el cementerio municipal de Haina…hasta llegar a los camposantos más grandes: el Cristo Redentor y Cementerio Nacional, el de la Máximo Gómez.