SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Las proyecciones iniciales, los giros y el desplazamiento final de «Chantal», cuyo centro se movió este miércoles al sur del país en categoría de tormenta tropical, configuró una historia muy similar a la de la tormenta Isaac, el año pasado.
El fenómeno atmosférico, que ahora se degradó a onda tropical, ha dejado una franja nubosa que abarca a toda la isla y que provoca profusos y prolongados aguaceros causantes de inundaciones urbanas y crecidas de ríos, con un saldo hasta el momento de un muerto –un bombero de Piedra Blanca- y más de 6.500 personas desplazadas de sus hogares.
Tan sólo 24 horas antes, los análisis de “Chantal” lo proyectaban desplazando su ojo por encima del territorio dominicano, entrando próximo a la península de Azua, con una fuerza que lo elevaría a la categoría I de huracán. En cambio, hizo un giro en franco norte y el centro no tocó tierra; llegó debilitado y desorganizado a las proximidades de la Isla Beata, en la provincia de Barahona, en el Suroeste del país.
Isaac
El 24 de agosto del año pasado la tormenta «Isaac» se deslizó por el Mar Caribe, próximo a la isla de Quisqueya. Traía un desplazamiento orientado en sentido norte-noroeste, creando una flecha que en su virtual extensión tocaba tierra entre Azua y Barahona. Sin embargo, en las últimas horas, colocado a unos 200 kilómetros al sur de la costa de Santo Domingo, dio un giro sur-suroeste y cuando vino a retomar rumbo hacia norte-noroeste ya no había forma de que tocara su punto más próximo, la península de Barahona.
En ambos casos, tal como habían advertido las autoridades de prevención y rescate, los mayores daños estuvieron asociados a la gran nubosidad colateral y sus precipitaciones.
Dos personas murieron con «Isaac» y más de 13 mil se vieron obligadas a salir de sus hogares, sin olvidar los desastres en materia de viviendas y de infraestructuras viales.
También en 2012, el 24 de octubre, se formó al suroeste de la isla el huracán «Sandy», que luego causó estragos en Estados Unidos. Este ciclón y sus precipitaciones vinculadas provocaron el desplazamiento de más de ocho mil personas en el país.
En las últimas seis temporadas son varios los huracanes y tormentas que han pasado cerca de República Dominicana sin que los centros de sus ráfagas de viento toquen tierra.
Fatídico 2007
Previo a ellos, en 2007, se ubica la experiencia catastrófica más reciente, con dos impactos de gran envergadura en el mismo año, las tormentas «Noel» y «Olga».
Con una población en gran parte desprevenida en torno la magnitud del fenómeno, «Noel» azotó República Dominicana el 28 de octubre y dejó 87 muertes, de acuerdo con el Centro de Operaciones de Emergencias, y pérdidas por US$439 millones, según informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
El 11 de diciembre, cuando ya había finalizado el período en que la ciencia circunscribe a la temporada ciclónica, entró la tormenta «Olga», causante de 33 decesos, entre los que se recuerdan los fallecimientos ocurridos aguas debajo de la Presa de Taveras, en Santiago, desfogada en fatídicas dimensiones.
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