Pekín.– China urgió hoy a Estados Unidos a que «cancele inmediatamente» su último plan de venta de cazabombarderos F-16 y sistemas de rastreo infrarrojo a Taiwán, valorado en unos 500 millones de dólares.
«China urge a Estados Unidos a que cancele inmediatamente su último plan para vender armas a Taiwán y a que abandone este patrón peligroso de armar a la isla», indicó hoy en rueda de prensa el portavoz de Exteriores Wang Wenbin.
Agregó que «China tomará medidas enérgicas para salvaguardar su soberanía nacional e integridad territorial».
El Gobierno de Estados Unidos aprobó el miércoles una posible venta de cazabombarderos F-16 y de sistemas de rastreo infrarrojo a Taiwán valorada en unos 500 millones de dólares.
La Oficina de la Representante Cultural y Económica de Taiwán solicitó al Ejecutivo estadounidense permiso para la compra a la empresa Lockheed Martin, con sede en Bethesda, en el estado de Maryland, según un comunicado del Departamento de Estado.
La solicitud formal por parte del comprador es el primer paso en el proceso de venta de armamento militar de EE.UU. al extranjero. Acto seguido, el Departamento de Estado autoriza la venta, que luego tiene que pasar por el Congreso, que debe estudiarla y darle el visto bueno.
La solicitud de Taipéi incluye material de apoyo para esos aviones de combate, municiones, software y equipamiento para entrenamiento militar.
Por su parte, la cartera taiwanesa de Exteriores indicó hoy a través de la red social X (anteriormente conocida como Twitter) que «da la bienvenida» a la venta que, según Taipéi, «enfatiza el compromiso de la administración de Joe Biden con el Acta de Relaciones de Taiwán y refleja la importancia estratégica que tiene la paz y la estabilidad en el Estrecho de Taiwán».
El anuncio llega menos de un mes después de que la Casa Blanca anunciara un histórico paquete de ayuda militar para Taiwán por un valor de 345 millones de dólares, que procederá del inventario del Pentágono y no del programa de ventas militares al extranjero, como viene siendo habitual.
Taiwán es uno de los principales motivos de tensión entre Estados Unidos y China, ya que el país norteamericano es el principal proveedor de armas de Taipéi, algo sobre lo que Pekín ha protestado reiteradamente.
China reclama la soberanía de Taiwán, un territorio que considera una «provincia rebelde» desde que en 1949 los nacionalistas del Kuomintang se replegaron allí tras perder la guerra contra el ejército comunista.