REDACCIÓN INTERNACIONAL.- Las autoridades indias decidieron este jueves volver a cerrar los centros de educación de Nueva Delhi a partir de mañana debido al deterioro de la calidad del aire, en medio de la presión del Tribunal Supremo por tratar de encontrar una solución a esta crisis en la capital, la más contaminada del mundo.
Las escuelas, que ya estuvieron cerradas durante dos semanas en noviembre por el mismo motivo, habían reabierto hace tres días ante el optimismo del Gobierno por una ligera mejora de la calidad del aire, que pasó de nuevo la barrera de «muy pobre» a «peligroso».
«Habíamos reabierto las escuelas considerando el pronóstico de que la calidad del aire mejoraría. Sin embargo, los niveles de contaminación del aire han aumentado nuevamente y hemos decidido cerrar las escuelas desde el viernes hasta nueva orden», dijo a la prensa el ministro regional para el Medioambiente, Gopal Rai.
El índice de calidad del aire (AQI) se mantuvo hoy en la categoría de «peligroso», alcanzando un máximo de 453 AQI en su peor momento, muy próximo al nivel máximo de la escala, que es 500, según la medición del Centro para el Control de la Contaminación indio.
Según la compañía suiza AQAir, especializada en medir la calidad del aire, Nueva Delhi es hoy la ciudad más contaminada del mundo, seguida de la ciudad paquistaní de Lahore, y la también india Calcuta.
El Tribunal Supremo de la India, que ha interpelado al Gobierno central y regional por casi un mes para pedir acciones, dio hoy un plazo de 24 horas para que se tomen medidas que hagan frente de manera contundente los niveles de toxicidad del aire.
«Esperamos una acción seria y real, si no se produce mañana una respuesta, lo haremos nosotros. Le damos 24 horas», dijo al Gobierno el magistrado N.V. Ramana, según la transcripción de la audiencia de hoy difundida por medios especializados.
El deterioro alarmante de la calidad del aire de Nueva Delhi es habitual en esta época del año, cuando coinciden una serie de factores como la llegada del invierno y la disminución de los vientos que impiden la dispersión de los agentes contaminantes.
El aire tóxico de la ciudad es un cóctel de emisiones de vehículos, polvo de la construcción, partículas originadas de la quema de rastrojos en las zonas agrícolas y la quema constante de desechos sólidos de esta ciudad de 20 millones de habitantes.
El pronóstico del Safar, una entidad estatal para la investigación y previsión de la calidad del aire, prevé que en los próximos tres días «los vientos sean tranquilos y reduzcan la ventilación y provoquen un deterioro de la calidad del aire».
Sin embargo, a partir del 6 de diciembre «se espera que los vientos aumenten la dispersión de contaminantes», aunque es probable que el AQI permanezca en la categoría «muy pobre», apuntó.