Cinco años de prisión para activista que denunció el uso de vacunas deficientes en China

Pekín.- La activista china He Fangmei, conocida por denunciar el uso de vacunas deficientes en el país asiático, fue recientemente condenada a cinco años y seis meses de prisión, recoge hoy la organización Chinese Human Rights Defenders (CHRD).

CHRD, que pidió la liberación inmediata de He por una condena que considera «errónea», explica en la red social X que la activista llevaba bajo arresto domiciliario o en la cárcel desde octubre de 2020 y que cumplirá sentencia por «buscar pelea y provocar altercados», cargo habitualmente utilizado en China contra defensores de derechos humanos y disidentes.

Según la organización, la activista, que cumplirá su sentencia el 1 de enero de 2027, tiene dos hijas pequeñas que se encuentran «desaparecidas». Una de ellas desarrolló una mielitis viral aguda a los 10 meses de edad tras recibir una vacuna defectuosa en el condado de Huixian de la provincia central de Henan, «quedando discapacitada desde entonces».

He comenzó entonces a hacer campaña por los derechos de su hija, fundó el «Hogar de Bebés Vacunados» y se unió a otras víctimas de vacunas en mal estado para defender sus derechos.

En octubre de 2020, arrojó tinta frente a la sede del gobierno de Huixian en señal de protesta, tras lo cual fue detenida.

Según la ONG, la Oficina de Seguridad Pública de Huixian puso a He bajo arresto domiciliario por «provocar peleas y problemas» junto con sus dos hijas.

He dio allí a luz a un tercer hijo, que fue enviado en acogida a la casa de un residente de Huixian. CHRD asegura que He pasó meses de juicio con estancias en la cárcel hasta que finalmente se ha dictado un veredicto.

En 2019, las autoridades chinas aprobaron una ley sobre la gestión de vacunas para lograr una supervisión del sector más estricta que evitara escándalos como los que venían sacudiendo al país en los años previos, imponiendo castigos severos a quienes produzcan o vendan vacunas falsas o deficitarias.

Aquella normativa llegó tras el escándalo social que generó un caso de vacunas adulteradas después de que las autoridades detectaran que la farmacéutica Changsheng Bio-Technology había utilizado materiales caducados en la elaboración de vacunas liofilizadas contra la rabia de uso humano y no registraba correctamente las fechas o los números de serie de los productos al menos desde 2014.

También en 2019, cientos de padres protestaron tras conocerse que al menos 145 niños han recibido vacunas orales contra la poliomielitis caducadas en la provincia de Jiangsu, en el este del país.