PEKÍN.- Numerosas localidades han pedido a sus ciudadanos que no viajen durante las próximas vacaciones oficiales en China, donde la mayoría de las provincias ha registrado rebrotes de covid en las últimas fechas, recogen hoy medios locales.
Pekín anunció que en las próximas festividades, la de medio otoño del 12 de septiembre y la nacional de primeros de octubre, las autoridades serán «más estrictas» en la gestión y el control de la pandemia, informa el diario Global Times.
La fiesta nacional del 1 de octubre y la semana de vacaciones que suele decretarse son conocidas como la «semana dorada» por ser el período del año en el que la gente acostumbra a viajar más, lo que la convierte en un momento clave para el sector turístico chino.
La ciudad portuaria de Tianjin (noreste), que lidia estos días con un rebrote, solicitó a sus residentes que no salgan de la ciudad en las próximas fechas y los que lo hagan habrán de contar con una prueba PCR realizada en las 48 horas previas a su vuelta a la ciudad, donde tendrán que someterse a otra prueba en las 24 horas siguientes a su llegada.
Otras urbes de la provincia de Shandong (este), Sichuan (centro), Hunan (centro), Heilongjiang (noreste) y Hebei (norte) han publicado recientemente comunicados similares en los que piden a sus ciudadanos no salir y, a los que se hallan fuera de la ciudad, que pospongan su regreso.
El diario económico Caixin informó este fin de semana de que 33 ciudades chinas han decretado confinamientos totales o parciales que afectan a más de 65 millones de personas pese a que el número de casos activos sintomáticos en el país es de 6.227, según el parte diario actualizado que publican las autoridades sanitarias.
Los rebrotes amenazan la temporada alta de un sector turístico local ya muy castigado desde el comienzo de la pandemia, situación que se agrava porque los últimos rebrotes han afectado a regiones particularmente populares entre los viajeros como la isla tropical de Hainan, Yunnan (sur) o Tíbet (oeste).
China, que aplica una severa política de «tolerancia cero» hacia el nuevo coronavirus, ha sufrido en los últimos meses oleadas de rebrotes atribuidas a la variante ómicron que han provocado cifras récord de contagios no vistas desde el inicio de la pandemia en la primera mitad de 2020.
Desde hace ya más de dos años China permanece aferrada a su política de «cero covid»: desde los rebrotes registrados en primavera, los habitantes de las grandes ciudades chinas han de someterse a varias pruebas PCR semanales para poder entrar en lugares públicos y se decretan confinamientos en las zonas donde se detecta algún caso.
El gigante asiático permanece cerrado al turismo extranjero y mantiene estrictos límites al tráfico aéreo internacional y cuarentenas obligatorias para todos aquellos que aterrizan en el país.
Según las cuentas oficiales, desde el inicio de la pandemia se infectaron 245.057 personas en China y fallecieron 5.226, aunque la cifra total de infectados excluye a los asintomáticos.