Colegios católicos impartirán docencia gratis

Firmaron el Ministerio de Educación y la Conferencia del Episcopado Dominicano un Acuerdo, mediante el cual los Colegios Católicos acogerán en sus aulas, 131 mil alumnos. Es una valiosísima novedad, por el valor pedagógico, didáctico y moral que conlleva la integración de estos alumnos, a un Sistema Escolar que interviene en la socialización, en la vinculación docente y en la amplitud de las posibilidades, tanto para el alumno como para los propios padres y maestros.

Reconocemos la gran oportunidad que tiene el Ministerio de Educación, para el contagio positivo, con las experiencias y la inteligencia social que acumulan los Colegios Católicos. Tienen los estamentos burocráticos del Estado y, muy especialmente, los departamentos del Ministerio, una cantera donde aprovechar las vivencias comparativas que, a nivel familiar se pudieran acumular, a fin de integrarlas en las escuelas oficiales. Nos referimos al compromiso  responsable de las familias, en el refuerzo escolar,  en lo referente al entretenimiento, a la disciplina y la virtud escolar.

Gana la Escuela Pública, con esta importante decisión, los valores sociales perdidos. Es que la escuela hoy, desarrolla su labor educativa de espaldas a la sociedad.  Ni el maestro, ni el alumno, ni la escuela y, mucho menos, los padres, influyente en la comunidad, ni tampoco en el hogar.

Triunfa la escuela oficial, porque recupera la más importante categoría histórica, la de formar el carácter o la personalidad del individuo. Un valor moral que solo es posible, desde una escuela que se desliga de esa escuela, donde los alumnos tienen todos los derechos y ningún deber.

Pedimos un registro, por parte del Ministerio, de todas las actividades pedagógicas y didácticas que se realicen en estos colegios. Con el objetivo de establecer un Centro de Documentación Escolar, desde donde se controlen todos los datos concernientes a la vida escolar y la social, de los alumnos que se beneficien de este plan.

Aprovechemos este golpe de autoridad de la iglesia Católica y del Ministerio de Educación. Puesto que la autoridad escolar se deriva de la libertad educativa que cumple con sus deberes sociales, pedagógicos, didácticos y familiares.  Es decir, de las libertades responsables de los maestros, de los padres y de los alumnos, cuando todos conocen lo que hacen en el aula y por qué lo hacen.

Permiten esta iniciativa fabulosa, que los padres, los maestros y los funcionarios puedan recuperar su autoridad personal, una función que todos podrán ejercer, tanto en lo ocupacional, como en lo moral. Podrán Padres, Maestros y alumnos conocer los principios básicos, en la ética de la función Enseñanza –Aprendizaje. Sabrán ejercer su ocupación de maestro, de padres y de alumnos.

Ofrece este Acuerdo la oportunidad moral de que los alumnos, los maestros y los padres ganen con la demostración de sus afectos y respeto mutuos, cosa que ha desaparecido de las escuelas públicas. Permiten  que ganen en el interés de los contenidos de las asignaturas. Y que se comprometan en el complimiento de sus deberes, y que conozcan un modo honesto de comportarse.