BOGOTÁ.- La Policía colombiana ofreció este miércoles una recompensa de hasta 500 millones de pesos (unos 132.000 dólares) por información del venezolano Gabriel Carlos Luis Salinas Mendoza, involucrado en el asesinato del fiscal paraguayo Marcelo Pecci ocurrido en mayo pasado en Cartagena de Indias.
El director de la Policía colombiana, el general Jorge Luis Vargas, dijo en una declaración que la recompensa es para ubicar y capturar a Salinas, quien supuestamente «se fugó» hacia Venezuela.
«Hemos desplazado un equipo a la frontera con Venezuela y le hemos pedido a los países de Interpol que inicien la búsqueda. La información que posee la Policía es que esta persona se fugó a Venezuela con unos dineros que serían producto del homicidio del fiscal Pecci», dijo el alto oficial.
Medios locales indicaron que Salinas sería el encargado de conducir el jet ski en el que llegaron a la playa de la isla de Barú los sicarios que acabaron con la vida del funcionario.
Pecci, uno de los fiscales antimafia más importantes de Paraguay, fue asesinado el 10 de mayo por sicarios en moto acuática cuando se encontraba en una playa de un hotel en la isla de Barú, cercana a Cartagena, celebrando su luna de miel.
Sin embargo, según la información de la Policía paraguaya, citada por Vargas, ya había una negociación, por parte del grupo criminal brasileño Primeiro Comando da Capital (PCC) «para que fuera cometido ese homicidio en Paraguay», pero al no poder ser consumado, se determinó que «fuera realizado en cualquier parte del mundo».
Igualmente, el general Vargas dijo que las cinco personas detenidas por este crimen fueron trasladadas de Cartagena de Indias a Bogotá, todo en medio de un fuerte operativo, tras una audiencia de imputación de cargos realizada el lunes en esa ciudad.
Cuatro de los cinco detenidos aceptaron los cargos, mientras que Francisco Luis Correa Galeano, el supuesto líder del plan, no aceptó los cargos, según indicó el fiscal general, Francisco Barbosa.
Según las investigaciones, los acusados se reunieron cinco días antes del crimen, el 5 de mayo, en Medellín «para estructurar el plan de criminalidad», en palabras de Barbosa, y desde ahí salieron por diferentes vías a Cartagena. EFE