No hay sorpresa: la paz claudicante firmada por Timochenko-FARC y su equipo reformista dispersó las FARC-EP y fortaleció la extrema derecha uribista. Esa tendencia ya se había evidenciado en el mamotreto de plebiscito post firma del Acuerdo de Paz de la Habana.
Favoreció a la vez el plan de Santos de pactar con la cúpula del principal ejército popular irregular del Continente dejando intacto el Estado terrorista, el para-militarismo y las bases yanquis; y, de paso, derechizó más aun la candidatura de Petro, quien pactó con fuerzas abiertamente oligárquicas y cedió más de lo que había cedido desde hace años.
La abstención y el voto en blanco superaron el 50% del padrón electoral, lo que indica que perduran profundas insatisfacciones y cuestionamientos a nivel popular.
La paz chueca se pondrá más chueca, las represiones se intensificaran y la agresividad contra Venezuela bolivariana y el chavismo se va a potenciar. La hostilidad contra Cuba va a crecer.
TRUMP, el PENTAGONO, la CÍA, el SIONISMO Israelí, las transnacionales y todo el neofascismo está de risitas. Sin desconocer que los llamados liberales o demócratas tipo Clinton y OBAMA coinciden con Trump y los republicanos en el plan imperial de recolonización del subcontinente latino-caribeño.
No obviemos el hecho de que EEUU y toda la OTAN está en plan de reconquista político-militar del patrimonio natural de nuestra América.
No olvidemos que Petro encabeza la oposición con muchos votos, pero aceptando las bases yanquis, el marco jurídico-político del Estado colombiano y proponiendo desconocer al gobierno de Venezuela. Eso no es izquierda, ni nada parecido. Ese es un calificativo interesado, usado para seguir llamando izquierda a la “izquierda” traidora, claudicante o derechizada, y sembrar más confusión.
Las fuerzas insurgentes y las izquierdas verdaderas, revolucionarias, de Colombia y de nuestra América están ante el reto de de reagruparse, diferenciarse y fortalecerse luchando. Igual los movimientos sociales en lucha.
Esto es una obligación insoslayable.
El contra-ataque imperialista-derechista, con expresiones pérfidas en Argentina, Brasil, Paraguay, Honduras, México, Chile, Dominicana y otros países… con pretensiones similares contra Venezuela, Ecuador y Bolivia y con…lo exige esa determinación sin titubeos.
Un llamado “progresismo” en declinación (termino “muy ambiguo”, como decía el CHE), exhibiendo evidentes señales de degradación, carece de energías, autoridad política y moral para hacerle frente a esta contra-ofensiva reaccionario. El desafío es de gran envergadura, pero debemos asumirlo con determinación! NI UN PASO ATRÁS! ! ALTO A LA RENDICIÓN!!!