PARÍS, Francia.- El Tribunal de lo Criminal de París comenzó este miércoles el proceso contra 14 ex altos mandos de la dictadura chilena que se enfrentan a penas de cadena perpetua por presuntos secuestros y torturas cometidos contra cuatro ciudadanos franceses, desaparecidos entre 1973 y 1975.
El magistrado Hervé Stephan leyó los nombres de los acusados, ausentes de este proceso ya que no fueron extraditados por Chile, entre los que está el ex jefe de la Dirección Nacional de Inteligencia (DINA), la policía secreta del régimen, Juan Manuel Contreras, supuestamente implicado en las cuatro desapariciones.
El resto, doce chilenos y un argentino, son esencialmente ex altos mandos militares del régimen de la dictadura chilena.
El juez constató que las autoridades francesas informaron a los presuntos torturadores de que el tribunal les reclama y subrayó que «los acusados tuvieron la posibilidad de estar representados por un abogado», derecho al que renunciaron.
Después de leer los cargos de la acusación y la lista de los testigos que se presentarán al juicio, muchos de ellos exiliados en terceros países, el magistrado organizó el orden de las audiencias, que culminarán el próximo día 17 de diciembre.
El primer caso de los desaparecidos franceses, presuntamente por orden de los militares chilenos, es el de Georges Klein, médico y consejero del depuesto presidente Salvador Allende, detenido durante el asalto al Palacio de la Moneda en 1973.
Se juzgarán también las desapariciones de Alphonse-René Chanfreau, militante del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) detenido y desaparecido en Santiago en 1974; del militante del MIR Jean-Yves Claudet, desaparecido en Buenos Aires en 1975 y en el marco del Plan Cóndor de cooperación entre las dictaduras chilena y argentina y de Etienne Pesle, párroco detenido en 1975 en Temuco, donde aplicaba un plan de redistribución de tierras del Gobierno de Allende.
Al juicio, que terminará el próximo día 17 y al que acudieron algunos de los familiares de los desaparecidos, están convocados una treintena de testigos.
Entre ellos Eduardo Herrera, que estaba presente en el momento en el que una patrulla de la Armada del Aire se llevó para hacer «una declaración» a Pesle, explicó a la prensa antes de entrar a la sala.
Herrera, víctima también de torturas y hoy exiliado en Suiza, destacó la importancia histórica del juicio, aunque sea en ausencia de los acusados, que tienen hoy entre 59 y 89 años, después de casi cuatro décadas esperando a que un tribunal examine las presuntas atrocidades del régimen chileno.
Por su parte una de las abogadas de la defensa, Sophie Thunon, lamentó que el proceso -iniciado en 1998- se produzca una vez muerto el ex dictador de Chile, Augusto Pinochet, que también estuvo acusado por «complicidad».
La letrada vinculó el comienzo del proceso en Francia con la muerte de Pinochet en 2006 y explicó que, si bien los acusados no ingresarán en prisión en caso de que se les condene porque Chile no les extraditará, sí se enfrentarán a la posibilidad de ser detenidos si salen del país y podrían ser enviados a Francia.
El tribunal dictará sentencia el próximo 17 de diciembre.
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