SANTO DOMINGO.- En momentos en que diversos sectores temen un eventual rebrote de coronavirus por el regreso a clases presenciales, los tapones generados por la apertura de colegios llegaron acompañados por el hacinamiento y relajamiento de medidas sanitarias en el transporte colectivo.
Aunque en algunas paradas “el control” verifica que los usuarios hagan filas, usen mascarillas y sólo aborden cuatro pasajeros en cada vehículo del concho, una vez que el auto arranca, las medidas son en muchos casos ignoradas.
Noticas SIN pudo constatar que, en sus recorridos bajo el intenso sol, muchos de los choferes y pasajeros portan la mascarilla, pero sin cubrirse ni la boca y mucho menos la nariz, y otros ni siquiera se preocupan por usarla.
En otros casos, el hacinamiento volvió al concho, con seis pasajeros por auto, y a las guaguas voladoras, con usuarios incluso de pie, al igual que en los grandes autobuses de la OMSA.
La ruta concesionada en la avenida Núñez de Cáceres no es la excepción. Pese a las garantías de la compañía operadora de que respeta todas las medias sanitarias, algunos de sus autobuses viajaban este viernes con todos sus asientos ocupados e incluso pasajeros de pie.
Nacy Ogando, que por varios minutos esperaba una OMSA en el kilómetro 9 de la Autopista Duarte, sin su mascarilla puesta, lamentó que pese a que los vehículos del transporte colectivo volvieron a los tradicionales aglomeraciones, las tarifas no retornaron a la normalidad previa al a pandemia.
Noticas SIN trató de obtener respuesta del INTRANT para conocer qué acciones toma a fin de regular la cantidad de pasajeros que viajan en los vehículos del transporte colectivo, pero el personal de la institución índico que su director no estaba en su oficina.
Además en el recorrido por la parada del kilómetro 9 de la Duarte, Pintura, Núñez de Cáceres y la Churchill no logramos ver un técnico del INTRANT regulando la cantidad de pasajeros que son abordados en los vehículos.
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