Santo Domingo.- Como pez en el agua y a sus anchas se movían los miembros de la estructura criminal investigada por el Ministerio Público bajo el nombre “Operación Falcón».
Según el expediente los acusados de traficar desde 2012 al menos 2,500 kilos de cocaína a la semana, y que con sus actividades ilícitas llegaron a acumular unos 500 millones de dólares, invirtieron dinero ilícito en nuevos delitos para asegurarse “la impunidad, compra de conciencias y lealtades”.
¿Cómo lo hacían?
La acusación establece que “evadían la persecución penal, de las autoridades llamadas a evitar que ocurrieran los hechos y a investigarlos; por igual, salían de los procesos judiciales con facilidad, a pesar de tener imputaciones graves”.
El Ministerio Público asegura que encontraron caldo de cultivo en el proselitismo, y que con el objetivo de tener incidencia y poder, “financiaron campañas políticas a escaños en el Congreso Nacional, alcaldías, concejos municipales, etc.”.
Entre las decenas de personas vinculadas a la red, algunos ostentaban cargos públicos, además dice el expediente que “fueron ayudados por sujetos obligados que obviaron su rol para ponerse al servicio de la estructura criminal, entre los cuales se destacan, abogados, entidades financieras y contadores públicos autorizados”.
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