SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Al garete se encuentran los municipios cuando se trata de rendir cuentas. Esta noche en El Informe presentamos el reporte de la Dirección General de Contabilidad Gubernamental con fecha de febrero, que revela que de 387 gobiernos locales, 383 no reportaron su estado económico correspondiente al 2013.
La ley sobre el Distrito Nacional y los Municipios establece la Rendición de Cuentas a los Organismos de Control diciendo que el control interno y externo de los estados financieros del municipio corresponde a los organismos que por ley se les asignan estas competencias. Pero como suele ocurrir en nuestro país, contamos con excelentes leyes, que incluyen sanciones, pero lamentablemente no se aplican.
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El año pasado los cabildos recibieron del Presupuesto General del Estado, transferencias que casi alcanzaron los 16 mil 200 millones de pesos, cifra que representa más del 71 por ciento de sus ingresos. Debe haber un control estricto sobre cómo y en qué gastan este dinero.
Aparte de los atrasos en las entregas de documentos, también hay debilidades en el registro de los estados financieros y contables. Una auditoría preliminar hecha por la Cámara de Cuentas revela que algunos municipios y juntas distritales no tienen registro alguno, no archivan documentos, los guardan en fundas sin ningún tipo de orden, y no hay personal trabajando aunque cobran más de doscientos empleados, entre otras cosas.
Tampoco aplican lo que ordena la ley de destinar un 40 por ciento del presupuesto en inversiones, un 31 por ciento en actividades y el funcionamiento y mantenimiento de los servicios municipales, mientras que solo un 25 en personal. Y ni hablar de aplicar un presupuesto participativo: apenas 53 de los 153 municipios implementan esta práctica.
Estas cifras deben provocarnos suficiente indignación para exigirles a los que elegimos para dirigir nuestras comarcas a rendir cuentas adecuadamente. Cuanto despilfarro ante la mirada de todos, sin que se apliquen las sanciones correspondientes. Si realmente queremos una sociedad más equitativa, tenemos que empezar a mirar los agujeros en las municipalidades, especialmente cuando viven exigiendo que se les entregue el 10 por ciento del presupuesto nacional como dice la ley, pero no son capaces de rendir cuentas por el monto que se le entrega.