Por: Héctor de la Cruz
SANTO DOMINGO.- Proteger a los menores para evitar que sean víctimas de acoso y abusos por parte de adultos, se ha convertido en un verdadero reto para una sociedad que cada día tiene menos tiempo para estar en casa y dedicarse al cuidado de los hijos, afirman tanto padres, psicólogos y religiosos.
Para los expertos en la conducta humana, el rol de orientación y seguimiento que deben cumplir los padres es fundamental en la protección de los menores de edad.
De igual forma, el pastor Miguel Bogaert entiende que la sociedad se ha olvidado de los roles esenciales y eso ha traído como consecuencia que personas mal intencionadas dañen a los niños.
El abuso sexual en menores y adolescentes es un flagelo que viene del pecado, en la mayoría de los casos viene de un familiar ha habido un despegue de los padres con los hijos, de padres que están presente en el hogar, pero están ausente en los hijos.
Pero algunos padres también entienden, que los abusos en la mayoría de los casos se originan por un descuido o por exceso de confianza.
La forma en que un padre reacciona cuando se entera que un hijo ha sido abusado, es determinante en la situación.
Un abuso no tratado adecuadamente se convierte en una carga emocional que no le permite al individuo desarrollarse a plenitud.
Pero algunos sectores entienden que las leyes deben ser más drásticas con quienes abusan de algún menor.
Generar confianza entre los hijos y los padres es fundamental para evitar que los abusos puedan materializarse, afirma la terapeuta familiar Katherine Lluveres.
Para estas tres representaciones de la sociedad, mantenerse vigilante ante cualquier cambio en la conducta de un menor es fundamental para detectar o evitar un abuso.
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