Santo Domingo.- Para una parte importante de la población, además de las playas y ríos, algunas actividades son una especie de religión como lo es la preparación de las habichuelas con dulce en esta época que la iglesia católica invita a la reflexión.
“Hice habichuelas con dulce, le oré al Señor por todas las personas”, sostuvo Cándida Santana, residente Villa Juana.
“Me fui para donde mi hermana, la pasamos bien. Allá hicimos las habichuelas con dulce con mi familia”, sostuvo Griselda Hernández, morador en Villa Juana.
Desde el pasado jueves la mayoría de los que residen en Santo Domingo se desplazaron hacia los pueblos del interior, mientras otros prefieren no abandonar la ciudad.
“A mí no me gusta ir a la playa porque son días que yo respeto el Jueves Santo Viernes Santo porque hay mucha maldad en la calle”, añadió Ramón Camacho, residente Villa Juana.
En horas de la mañana se observaban pocas personas en sectores como Villa Juana y el Ensanche Kennedy como consecuencia de que la mayoría se movilizaron a los diferentes balnearios en este asueto.
Otros en cambio por diversas situaciones no pudieron desarrollar las actividades propias de la semana mayor.
El sábado santo es un día de dolor y tristeza que se destina para el silencio, luto y reflexión, así como lo hicieron en el sepulcro María y los discípulos.
Esta noche la iglesia católica realiza la vigilia pascual en la que espera la resurrección de Jesucristo y celebra con los sacramentos por el inicio del cristianismo.
Algunos ciudadanos tienen previsto visitar este domingo la iglesia católica para dar gracias en la conmemoración de la resurrección de Jesucristo.