Santo Domingo.-¿Tu jefe está molesto contigo?
No entres en pánico. Usa estos principios para manejar la situación con inteligencia y calma.
No te tomes nada personal.
Cuando tu jefe se molesta, es fácil sentir que es un ataque personal. Pero su enojo habla más de
sus expectativas, su presión y su estado de ánimo que de ti. Respira y evita reaccionar
impulsivamente.
No hagas suposiciones
¿Asumes que tu jefe te odia o que perderás el trabajo? No saques conclusiones sin información.
Pregunta directamente y con calma qué puedes mejorar.
Sé impecable con tus palabras
Cuando tu jefe se molesta, lo que dices y cómo lo dices puede calmar la situación o empeorarla.
Usa un lenguaje claro, profesional y sin dramatizar.
¿Cómo responder a tu jefe?
Comparte lo útil: Si entiendes qué causó el enojo, díselo a tus compañeros para que todos
mejoren.
Haz siempre tu máximo esfuerzo.
Si cometiste un error, aprende de él y demuestra que puedes mejorar. No te castigues ni entres en
pánico. Un error no define tu desempeño general.
Mantén la perspectiva
En ‘No te ahogues en un vaso de agua en el trabajo’, Carlson dice que muchas cosas que parecen
gigantes hoy serán irrelevantes en unas semanas. No dejes que un momento de tensión te afecte
más de lo necesario.
Cierra con madurez
Si la situación sigue tensa, programa una conversación tranquila para aclarar expectativas. La
comunicación abierta evita futuros malentendidos y fortalece tu relación profesional.
No caigas en la trampa del estrés colectivo
A veces, el enojo de tu jefe es reflejo de la presión del equipo. No te contagies del pánico. Mantén
la calma y enfócate en lo que sí puedes controlar.
Usa el humor (con precaución)
No se trata de burlarte del problema, sino de aligerar la tensión. A veces, un comentario ligero o
una actitud relajada pueden cambiar el tono de la conversación.
Recuerda que esto pasará
Las emociones son temporales. Lo que hoy parece una crisis, en un mes será una anécdota. No te
tomes la situación con más gravedad de la necesaria
Muestra disposición: ‘Entiendo la situación. ¿Cómo podemos solucionarlo?’
Evita excusas: En lugar de decir ‘No fue mi culpa’, puedes decir ‘Voy a revisar qué pasó y
corregirlo.’
Usa preguntas abiertas: ‘¿Qué esperas de mí en esta situación?’ demuestra madurez y evita
conflictos innecesarios.
¿Y qué decirle a los compañeros?
No propagues el drama: En lugar de decir ‘¡Nos odia a todos!’, di ‘Hoy está molesto, pero seguro
se le pasará.’
Evita buscar aliados en la queja: Enfócate en soluciones, no en agrandar el problema.