Un cordial saludo para todos mis queridos lectores.
Unas mujeres que se reunían todas las tardes para orar, pero primero que todo leían la Palabra de Dios. Mientras leían la Palabra de Dios el 3er. Capítulo del Profeta Malaquías, Versículo 3 que decía: “El los purificara. Y los refinara como hace con la plata”. Esto llamo la atención de algunas mujeres lo que decía: “El los purificara”.
Una de las señoras propuso visitar a un platero e informarle a las demás de lo que dijera el platero sobre el tema. Sin informarle sobre su diligencia, le dijo al platero al platero sobre el proceso de refinación de la plata. El platero respondió. Yo aparentemente cuido el proceso de refinación del metal del mismo modo que Dios actuá para purificarnos y tener una obra excepcional.
Ella le pregunto. Señor ¿Usted se sienta mientras que la plata está que la plata está en el proceso de la refinación?, debo de sentarme con el ojo fijo en el horno, porque si el horno se excede en el grado más leve. La plata será dañada.
La señora vio la belleza y exclamo. “El purificara…Y los refinará como se hace con la plata” Dios ve necesario poner sus hijos en el horno, sus ojos están continuamente en el trabajo de la purificación, su sabiduría y amor abran juntos en la mejor manera para nosotros.
Nuestras pruebas no caen del cielo, ni vienen al azar, Él no nos dejara ser probados más allá de lo que podemos llevar.
La señora hizo una última pregunta: ¿Cuándo sabe que el proceso está completo? Pues es muy sencillo, contesto el platero. Cuando veo mi propia imagen en la plata, ahí se termina el proceso.
Los dejo con esta lectura tomada del Apóstol San Pablo a los Romanos. Capítulo 8, Versículo 18, que dice: “Considero que los sufrimientos del tiempo presente no son nada si los comparamos con la gloria veremos después”.
Hasta la próxima y muchas bendiciones para todos.
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