Así usan la IA los jóvenes dominicanos: una herramienta diaria, útil pero preocupante según estudio

Estudio revela cómo adolescentes dominicanos usan la IA y qué temen de ella.

Santo Domingo.– Un nuevo estudio nacional revela que para muchos adolescentes y adultos jóvenes del país, la IA ya no es una promesa del futuro, sino una herramienta cotidiana: la usan para estudiar, hacer tareas, buscar información e incluso como apoyo emocional. Sin embargo, también muestran una sorprendente conciencia crítica sobre sus riesgos, especialmente la dependencia excesiva.

Este trabajo, impulsado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en el país, forma parte del marco del Informe Global de Desarrollo Humano 2025, y se inspira en la Encuesta Global sobre IA aplicada en 21 países, que representa el 63% de la población mundial.

Escuchar a las personas, especialmente a los jóvenes

Ana María Díaz, representante residente del PNUD en República Dominicana, explicó que el enfoque del estudio fue claro: poner a las personas en el centro del análisis del desarrollo humano, y para ello, escuchar directamente sus voces. 

"Los jóvenes están más expuestos a los cambios tecnológicos. Integrar sus percepciones y preocupaciones es clave para diseñar soluciones inclusivas".

Ana María Díaz

El estudio se basó en una encuesta digital a 1,200 personas y grupos focales con estudiantes y jóvenes, quienes compartieron cómo utilizan la IA y cómo esta tecnología ya afecta su día a día.

Resultados clave del estudio 7 de cada 10 personas entrevistadas en República Dominicana afirmaron usar IA más de una vez a la semana.

Testimonios reales: la IA como aliada, pero también como posible riesgo

Durante la presentación del estudio, se compartió un video con testimonios de estudiantes entre 16 y 18 años, cuyas reflexiones muestran una relación dual con la inteligencia artificial: como herramienta útil, pero también con riesgos asociados a la dependencia.

Rubeidy, de 16 años, expresó su preocupación por cuánto se está normalizando el uso de la IA:

“Cada día más estamos necesitándola. Dependemos de ella, y no nos vamos por otra vía más confiable. Entonces, como que dependemos de ello, y realmente no es bueno porque es algo artificial.”

“Mayormente la conozco como un chatbot que nos ayuda cuando tenemos alguna inquietud o queremos resolver un trabajo de la escuela.Eso nos ha ayudado mucho”.

Luisanna

Joven estudiante

“La IA me da ideas de qué hacer en situaciones personales. Pero si nos acostumbramos mucho, no seríamos capaces de pensar por nosotros mismos.”

Raymond

Joven de 18 años

Estos testimonios reflejan una conciencia crítica, poco común en otros segmentos de la población, sobre el equilibrio entre los beneficios y los riesgos del uso excesivo de la IA.

Aunque a pesar de conocer sus desventajas, muchos de ellos lo usan como desahogo diario emocional.

''Solo preguntarle cosas cotidianas, por ejemplo, tareas personales, saber ciertas situaciones que yo he pasado, para que me dé idea de qué hacer.''

Raymond

Joven de 18 años

''Por ejemplo, cuando yo me siento mal o triste, le pregunto o le hablo sobre cómo me siento. Yo trato de comunicarme con ella e indagar más para que ella me ayude, por así decirlo.''

Comentó otra joven.

Un estudio aleatorizado con cerca de 981 participantes que analizó el uso de chatbots tipo IA y sus consecuencias sociales y emocionales:

Encontró que usos muy frecuentes de chatbots están correlacionados con mayores niveles de soledad, dependencia emocional del chatbot, uso problemático del mismo y menor socialización con personas reales.

Aunque este estudio destaca que los adolescentes experimentan emociones positivas al interactuar con chatbots, también señala que los más jóvenes tienen mayor propensión a depender emocionalmente o buscar interacción frecuente, lo que puede tener consecuencias si no se dispone de apoyo humano o espacios reales de conversación.

La IA se percibe como una herramienta para la productividad, la formación y el acceso a servicios.

El PNUD destaca que la IA no es inherentemente buena ni mala, sino una herramienta cuyo impacto depende de cómo se diseña, se regula y se usa. El llamado central es a impulsar una "economía complementaria", donde la tecnología y las personas colaboren en lugar de competir.

“La IA debe ampliar las capacidades humanas, no sustituirlas”, subrayó Ana María Díaz.

¿Qué viene ahora?

El estudio en República Dominicana se complementa con iniciativas institucionales para fortalecer el uso responsable y estratégico de la IA, entre ellas:

El economista Sócrates Barinas, del PNUD, cerró resaltando que el objetivo de todo este trabajo es empoderar a las personas en la era digital, y no dejarlas atrás.

La inteligencia artificial ya forma parte activa de la vida de los jóvenes dominicanos. Escucharlos no solo revela cómo se están adaptando, sino también cómo podemos construir un futuro digital que les pertenezca, les empodere y les incluya.