SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Motivados por la necesidad y la falta de empleos, cientos de hombres en la capital usan su imaginación para crear una forma de ganar el sustento de sus familias.
La calle ha sido el albergue de los negocios de estos emprendedores, que día a día madrugan para criar a sus hijos dignamente.
Aseguran que sus negocios generan más de lo que ganarían en empleos privados y permiten costear los estudios de sus hijos.
Apostados en las distintas calles de la ciudad, estos hombres inician sus ventas a las 7 de la mañana, usan sus propios métodos para ahorrar.
No obstante, estos comerciantes enfrentan sus riesgos cuando el ayuntamiento u otras autoridades realizan operativos para retirarlos de las calles