Madrid.- La Audiencia Provincial de Madrid ha condenado a 24 años y medio de cárcel a un hombre de asesinar a su pareja delante de sus hijas en el portal de su casa en 2019, en concordancia con el veredicto de culpabilidad emitido por el jurado popular el pasado mes de noviembre.
La sentencia de la Sección 26 de la audiencia madrileña condena a Francisco Geovanny M.C. por un delito de asesinato con agravante de parentesco y de discriminación por razón de género, un delito de maltrato habitual, dos delitos de maltrato en el ámbito familiar, un delito leve de vejaciones y otro de amenazas graves, según el fallo al que ha tenido acceso Efe.
Por todo ello le condena a 24 años y 6 meses de cárcel, le impone además una libertad vigilada de diez años, le retira la patria potestad de sus dos hijas, a las que además le prohíbe acercarse durante 30 años, y le prohíbe tener armas durante tres años.
También le impone que indemnice a cada una de sus dos hijas con 250.000 euros, a los padres de la fallecida con 100.000 a cada uno y con 50.000 a cada uno de los seis hermanos de la víctima. Esta sentencia es recurrible ante el Tribunal Superior de Justicia de Madrid.
La sentencia
El jurado popular consideró culpable a Francisco Geovanny M.C. de matar con alevosía y ensañamiento a su pareja Adaliz delante de sus hijas de 8 y 10 años, siendo consciente de lo que hacía a pesar de haber bebido, por lo que descartó que pueda beneficiarse de eximentes y atenuantes frente al crimen.
La Fiscalía pedía para el procesado 32 años y 9 meses de prisión por los delitos de asesinato, amenazas, violencia física o psíquica habitual y maltrato en el ámbito familiar.
Los nueve miembros del jurado consideraron probado que el acusado asesinó a Alaliz, de 31 años y originaria de Paraguay, el 17 de septiembre de 2019 en el portal del domicilio de la víctima en Madrid, donde se escondió hasta que vio llegar a su pareja, la sorprendió por la espalda y le asestó al menos diez puñaladas en el tórax y en el abdomen, provocándole la muerte.
Las dos hijas de ambos, de 10 y 8 años, vieron el crimen cuando salieron del piso para tratar de ayudar a su madre. El jurado cree que el crimen se cometió con alevosía y ensañamiento, y que previamente el acusado maltrataba habitualmente a la víctima -llevaban 11 años de relación- y la amenazaba, según informaron fuentes jurídicas.
También dio por acreditado el jurado un delito de maltrato de obra, por varios episodios violentos concretos narrados por las niñas y otros testigos en el juicio.
Durante el juicio el acusado dijo que no recordaba haber matado a su pareja, aunque sí estar bebiendo antes, ir a su casa y luego verse a su lado con ella malherida, y pidió perdón a la familia de Adalid «y a toda la sociedad» por tal «atrocidad». Tanto las hijas de ambos como la familia relataron los malos tratos y agresiones de él hacia ella. Las hijas quieren que su padre «se pase toda la vida en la cárcel».
A pesar de que la defensa del acusado pidió su absolución o en su defecto, la eximente completa por consumo del alcohol y arrepentimiento, el jurado ha tenido muy en cuenta el testimonio de las hijas del asesino.
«Venía borracho, me pegaba con el cinturón en los brazos y las piernas, y a mamá la insultaba y le pegaba todos los días», diciéndole «te voy a matar cuando menos te los esperes», explicaba la hija mayor en el juzgado, añadiendo que pensaba que su padre «tenía planeado» el crimen porque un día antes tiró un papel que tenían en la puerta con los teléfonos de emergencias.
Cuando lograron abrir y bajaron al portal vieron a su madre en el suelo, con sangre, y él les dijo «la he matado, ¿algún problema?, subid arriba si no queréis que os pase lo mismo que a ella».
«Yo lo único que quiero es que mi padre se pase toda la vida en la cárcel, le tenemos miedo», ha dicho la hija mayor, un testimonio que ha sido corroborado por la pequeña, que ha contado que su padre sabe escalar y tiene miedo de que las encuentre.