REDACCIÓN.- Un sacerdote ruso, padre de cuatro niños, ha sido declarado culpable y condenado a 14 años de prisión de máxima seguridad por haber abusado sexualmente de tres menores de edad.
Un tribunal de la región de Leningrado, en el noroeste de Rusia, ha ordenado también que Gleb Grozovski, de 38 años, pague 400.000 rublos (7.000 dólares) a cada una de sus tres víctimas.
La investigación estableció que una de las víctimas, una chica menor de edad, fue víctima de abusos en 2011 en un campamento infantil de verano de la Iglesia ortodoxa en la citada región de Leningrado.
Otras dos muchachas, de nueve y diez años, sufrieron acoso sexual en un campo situado en la isla griega de Cos en 2013. Los padres de las víctimas constataron el estado de depresión de sus hijas y su falta de deseo de ir a la iglesia tras lo ocurrido.
Al empezar a ser investigado en otoño de 2013, Grozovski se fugó a Israel. Moscú presentó cargos en ausencia y decretó la búsqueda y captura internacional del sacerdote, quien describió como «fabricado» el caso en su cuenta de una red social.
Grozovski fue detenido en Israel el año siguiente y pidió asilo político. Fue extraditado a Rusia en 2016.
En su declaración final el religioso negó las acusaciones presentadas en su contra, asegurando que los citados casos nunca se habían producido. «Entiendo la sentencia y voy a interponer un recurso. No es el final, ya verán la situación cambiar», comentó sobre el veredicto. Ahora tiene diez días para recurrir la decisión de los tribunales.
La Iglesia ortodoxa rusa no comentará el dictamen judicial hasta que las sentencia entre en vigor. La diócesis de Gátchina, en la región de Leningrado —donde Grozovski servía—, no le apartará aún del sacerdocio.
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