BOGOTÁ.- El policía colombiano Juan Camilo Lloreda aceptó su responsabilidad y fue condenado a 20 años de cárcel por el asesinato de Javier Ordóñez ocurrido en septiembre de 2020, que provocó numerosas manifestaciones contra los abusos policiales en el país.
«Lloreda Cubillos admitió los delitos de homicidio agravado y tortura agravada, y colaborará con el pleno esclarecimiento de lo ocurrido», informó este martes la Fiscalía en un comunicado.
La Fiscalía informó a la audiencia que llegó a un preacuerdo con el patrullero para que acepte una pena rebajada de 20 años de prisión (240 meses), una multa de 1.500 salarios mínimos mensuales y su inhabilitación.
A cambio, el acusado se compromete a «prestar colaboración para el esclarecimiento de los hechos y a prestar información para lograr el esclarecimiento del procesamiento de otros autores o partícipes», según dijo la Fiscalía en su intervención ante el juez, que aceptó el preacuerdo.
Además, Lloreda tendrá que pedir un perdón público a las víctimas «como componente de reparación y muestra de arrepentimiento».
Javier Ordóñez, un hombre de 46 años, falleció en un clínica de Bogotá luego de ser sometido brutalmente por dos patrulleros (Lloreda y Harby Damián Rodríguez Díaz) que descargaron de manera prolongada sobre él una pistola eléctrica táser durante su arresto en Bogotá.
Su muerte desató violentas manifestaciones contra la brutalidad policial en las que murieron otras 13 personas, diez de ellas en Bogotá y tres en la vecina localidad de Soacha, así como el rechazo generalizado contra el exceso de fuerza que ejercieron los uniformados.
En octubre pasado, la Procuraduría (Ministerio Público) inhabilitó y suspendió por 20 años a los agentes de la Policía Camilo Lloreda y Harby Rodríguez por los delitos de abuso de autoridad y el asesinato de Ordóñez.
La Procuraduría estableció que el procedimiento policial en el que Ordóñez recibió múltiples descargas eléctricas no ocurrió en la forma como lo relataron los uniformados, pues los videos de las cámaras de seguridad del lugar demuestran que la intervención de los agentes no obedeció a un intento por disolver una riña, como ellos habían dicho.
Además del preacuerdo con Lloreda, la Fiscalía anunció hoy que acusó formalmente a Rodríguez por los delitos de homicidio y tortura agravados.